El documento tiene como finalidad entregar las observaciones y recomendaciones generadas por un equipo de académicas y academicos de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, frente a la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento (TTA) que desarrolla el Ministerio de Salud en periodo de Pandemia por COVID-19.
El estudio, basado en indicadores relativos a positividad, uso de ventiladores, cálculo de R0 y R efectivo, señala que a pesar de registrar una disminución importante en la cantidad de casos nuevos, actualmente nos encontramos en un estado de endemia alta, con aproximadamente dos mil casos nuevos diarios.
Según lo establecido en el documento, en general estos parámetros están bien, con notables variaciones a nivel regional, sin embargo el problema para asegurar que no habrá ningún riesgo en las medidas de desconfinamiento está en la trazabilidad.
A juicio de la Directora de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de medicina de la Universidad de Chile Verónica Iglesia, “es necesario transparentar los datos entregados en forma comunal, más allá de lo que se presenta en forma diaria en el reporte del Ministerio de Salud. Esto debe ir acompañado de recursos económicos efectivamente destinados a dicho proceso, que permitan hacer efectiva una búsqueda activa de casos, mejorando la identificación de ellos en forma previa”
En este sentido este último documento presentado, señala que es importante establecer el plan de acción de trazabilidad a través de coordinaciones territoriales conducidas horizontalmente desde las Direcciones de Servicios de salud con una SEREMI articulada, mejorando la coordinación del acceso y el traslado oportuno a las residencias sanitarias, la coordinación de la entrega de licencias, entre otras.
Se reconoce la necesidad de contar con indicadores que muestren la real capacidad que se ha instalado para trazar, los que son vitales para la toma de decisiones. Hay que entender que los indicadores agregados pueden ocultar desigualdades territoriales, donde por contexto o por debilidades del sistema pueden existir brechas importantes que hay que subsanar para una respuesta sólida y sostenible en el tiempo.
En este sentido, se hace necesario importante revisar y reformular indicadores de trazabilidad, recogiendo las dificultades y abordando las limitaciones de los actualmente propuestos, como también estableciendo indicadores que adviertan sobre las desigualdades entre servicios de salud y a nivel comunal, para hacer viable la instalación de la estrategia con los niveles de efectividad y sostenibilidad necesarios.
Es importante recoger a nivel territorial las observaciones y condicionantes de carácter sociocultural que están influyendo en las decisiones de la población, incorporando para ello en la discusión a las organizaciones territoriales, respaldando y aportando recursos para la sostenibilidad de sus acciones.
Por último, se hace relevante reconocer que para crecer y mejorar los niveles de trazabilidad debe existir el compromiso de todos los sectores y de la población. Junto con acciones que permitan a las personas realizar cuarentenas efectivas se debe reconocer e integrar para el diagnóstico de las necesidades y en la respuesta local a las organizaciones sociales, que desde distintos frentes han estado brindando apoyo a sus comunidades y han contribuido en la trazabilidad y aislamiento de las personas y familias afectadas . Las organizaciones y sus representantes deben estar en espacios de decisión local, como interlocutores válidos en el diseño de mejores estrategias de trazabilidad y de soporte para la población.
Verónica Zúñiga – Escuela de Salud Pública
