Investigadores proponen nuevo mecanismo de votación con miras al proceso constituyente

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La metodología corresponde a una adaptación local del modelo francés Majority Judgment (Evaluación Mayoritaria), que fue utilizada, entre otras instancias, en una serie de cabildos nacionales post crisis de los chalecos amarillos, con el fin de organizar las demandas sociales. En Chile, los investigadores probaron con éxito esta herramienta en la comuna de Renca en el marco de la Consulta Ciudadana en diciembre pasado. Hoy trabajan en una App que podría utilizarse en diversas instancias de participación ciudadana y continúan afinando el modelo, que podría apoyar el eventual proceso de elaboración de una nueva constitución.

El pasado 15 de diciembre en cuatro de los cinco locales de votación de la Consulta Ciudadana de la Asociación de Municipalidades en Renca, un equipo de investigadores del Centro de Modelamiento Matemático de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, aplicaron un piloto del modelo Evaluación Mayoritaria a 995 votantes, quienes voluntariamente respondieron esta segunda papeleta con el fin de dar su opinión respecto a las demandas sociales más importantes que se debaten en el país, en el marco de la crisis social iniciada el 18 de octubre.

“Los resultados muestran que, al igual que en la votación oficial de la comuna, las tres demandas más importantes para la ciudadanía son pensiones, salud y educación (en ese orden). Existe diferencia en los resultados de ambos sistemas de votación respecto al orden de prioridades a partir de la cuarta demanda considerada más importante; y los participantes evalúan de forma positiva el método, señalando mayoritariamente que les resulta muy claro y nada complicado de responder. Lo anterior sugiere la factibilidad de aplicar este método para realizar consultas a la ciudadanía que permitan mejorar la manera de expresar mejor forma sus opiniones y preferencias”, señaló el equipo de investigadores compuesto por Francisco Förster, Flavio Guiñez, Alejandro Jofré y Javiera Ortíz en el reporte de resultados de este piloto.

Entre los resultados del piloto destacan que el método logró una buena recepción en los votantes, lo que quedó demostrado en que sólo un 1 por ciento no comprendió el mecanismo al momento de votar, y que además logró captar con mayor precisión la relevancia asignada a cada demanda, lo que no logró establecer la votación oficial de la consulta. Esto se graficó, por ejemplo, en que la demanda por medioambiente subió con la evaluación mayoritaria del puesto 8° al 4° y la demanda por mejoras a la deuda universitaria bajó del 4° al 8° lugar.

Otro de los puntos exitosos de esta consulta, fue que el riesgo de que los consultados asignaran a todas las demandas una alta prioridad no sucedió. «Advertimos que podía venir una valoración muy elevada de cada uno de las temáticas, que son muy contingentes, y uno podría pensar que son todas prioritarias. Felizmente e inconscientemente la gente se da cuenta que no puede hacer todo al mismo tiempo, entonces, establece cierta prioridad. Pero esa es una de las debilidades que tiene la metodología, que podría haber una especie de inflación hacia poner valores altos en cada una de las once temáticas», señaló el académico Alejandro Jofré.

Más democracia, más participación

Tras el estallido social del pasado 18 de octubre, y con el firme propósito de poder aportar desde sus disciplinas a este proceso de cambios enfrenta el país, el equipo del CMM compuesto por dos matemáticos, un astrofísico y una socióloga, comenzó a trabajar en la adaptación del modelo francés propuesto por Michel Balinski y Rida Laraki.

Este método de votación, que contribuye a mejorar la participación ciudadana, se basa en la evaluación de los candidatos u opciones, que a diferencia de los sistemas tradicionales en que se escoge una o varias opciones y se descartan las demás, aplica una escala de evaluación cualitativa y en un lenguaje común para cada propuesta o candidato/a, tal como se observa en la siguiente imagen.

“La ventaja principal de esta metodología es que es una forma de votación que es similar a una encuesta, y te entrega mucha más información de lo que entrega un voto en términos de binomio 0 y 1, blanco y negro, esto en cambio te da una escala de grises, te entrega mucha más información sobre todas las alternativas y no solamente te hace escoger algunas, sino además te hace evaluar y clasificar todo el resto de las opciones”, afirmó la socióloga Javiera Ortiz del Laboratorio de Educación del CMM.

Esta metodología, que antes de la consulta en Renca fue probada en cabildos realizados en las universidades de Chile y Católica, podría ser una herramienta de utilidad en los espacios de participación ciudadana que se continúan dando en el país, con el fin de sistematizar la información y ‘rankear’ las demandas de los diversos grupos.

Junto con la robustez que esta metodología ha demostrado ante eventuales manipulaciones, entre otras ventajas, el académico Alejandro Jofré, advirtió que esta herramienta permite que en el debate todas las propuestas sean evaluadas por los participantes, sin exclusión.

“A veces ocurre que en los cabildos el que hace el resumen tiende a promediar las propuestas. Por eso una muy buena idea, pero que es más extrema, puede quedar fuera. Aquí no, esta metodología permite que todos los miembros del cabildo opinen sobre todas las propuestas, y puede ser que esa idea entre a la siguiente discusión, y luego en el plenario todavía permanezca”, explicó Jofré.

Asimismo, los investigadores apuestan a que esta metodología pueda apoyar las negociaciones, deliberaciones y discusión en el marco de un eventual proceso de elaboración de la nueva carta magna, reemplazando la mediana por los 2/3 planteados para dicho proceso.

“Podrían utilizarse los 2/3, conservando varias de las propiedades matemáticas de este método. Además, con esta herramienta puedes saber a qué distancia está una opción de la otra, entonces, puedes saber si hay una opción de llegar a los 2/3 o no, puedes saber con quién tengo que hablar si el voto se hace abierto en esas discusiones. Este sistema facilita mucho la discusión para llegar a consenso”, señaló Francisco Förster del Laboratorio de Astroinformática del CMM.

App de libre acceso

Pensando en la necesidad de sistematizar la participación ciudadana, el equipo del CMM ya trabaja en una App de libre acceso para poder ser utilizada en las distintas instancias que sea necesaria, la cual también está basada en la aplicación francesa vinculada al modelo original. “Estamos trabajando en una adaptación o mejora de lo que ellos hicieron con los mismos estándares de seguridad informática, adaptada al contexto chileno”, contó Alejandro Jofré.

Para Javiera Ortiz, la incorporación de esta nueva herramienta al proceso constituyente, podría incluso abrir inéditas vías de participación ciudadana en el país. “Con este tipo de método se entrega mucha más información debido a la escala de valoración, entonces, puedes incluso tener retroalimentación virtual de la ciudadanía como fue en el caso de Islandia, que ellos tenían retroalimentación a través de redes sociales. Con este método se hace cercano pensar un proceso de esas características”, advirtió.

En paralelo al desarrollo de esta nueva App, que podría estar lista de aquí a un par de meses, el equipo actualmente investiga además la forma de incorporar restricciones transversales a las demandas que evaluarán los votantes, como presupuesto, tiempo o complejidad de las mismas, con el fin de incluirlas a la metodología propuesta. “Una de las alternativas para incorporarlas es hacer un trabajo previo de inducción sobre lo que significa tener restricción de presupuesto, por ejemplo, y luego de eso hacerlo opinar en esta metodología”, concluyó el académico.

Texto: Francisca Siebert
Fotografías: CMM

Lunes 13 de enero de 2020