Universidad de Chile avanza en porcentaje de mujeres académicas en sus aulas

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De acuerdo a los datos estadísticos revelados en el último Anuario Institucional 2018, en 2008 se registraba un 30,1 por ciento de académicas y un 69,9 por ciento de académicos, mientras que una década después estas cifras ascienden a un 36,6 por ciento de académicas y un 63,4 por ciento de académicos.

Las marchas feministas del 2018 fueron un punto clave para alertar al mundo universitario y a la sociedad en general respecto a las diferencias de género expresadas en diferentes dimensiones. Una de ellas, sin duda, es la proporción de hombres y mujeres en las aulas universitarias, y esa preocupación se demuestra en el Informe Especial de Género «Participación Femenina en la Educación Superior» que publicó la Universidad de Chile como parte de su Anuario 2018. 

Carmen Andrade, directora de Igualdad de Género de la Casa de Bello valoró la publicación dado que “es un gran avance porque permite visibilizar las contradicciones y desigualdades en las relaciones de género que se expresan en la Universidad, y por tanto junto con generar información, aporta insumos para la construcción de políticas universitarias antidiscriminatorias”.

El informe es claro: «si bien la participación de las académicas siempre ha sido menor en relación a los académicos, el aumento de las mujeres en la Universidad de Chile ha ido en constante aumento.” De acuerdo a los datos estadísticos, en 2008 se registraba un 30,1 por ciento de académicas y un 69,9 por ciento de académicos, en 2018 se registra un 36,6 por ciento de académicas y un 63,4 por ciento de académicos.

Para mejorar estas cifras, la opinión de Carmen Andrade es potente. “Se requiere de políticas universitarias que aborden las barreras de género en el desarrollo de la carrera académica y profesional; medidas de acción afirmativa para aumentar la presencia de mujeres en niveles de decisión, así como medidas para erradicar las brechas salariales por sexo”.

“Esto supone entre otros, problematizar las nociones de meritocracia que invisibilizan estas barreras y plantean una supuesta igualdad para acceder a las distintas posiciones ignorando la construcción generizada de las instituciones educativas y la división sexual del trabajo que persiste”, insistió la socióloga.

Visibilizando el género en los datos institucionales

Paulina Berríos, jefa de la Unidad de Análisis Institucional y Datos de la Dirección de Servicios de Tecnologías de Información y Comunicaciones (DSTI) perteneciente a la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y Gestión Institucional -encargada del desarrollo del Anuario-, destacó que uno de los principales problemas que su equipo debió sortear es que “contrario a lo que uno podría pensar, no existían datos desagregados por género en todos los ámbitos que tenemos de interés, y de allí que fuera necesario levantar la información relevante. Debimos hacer un esfuerzo especial de incorporar la perspectiva de género para así mostrar información por ejemplo respecto a las mujeres en cargos directivos, carrera académica, y matrícula en áreas STEM. Los problemas en estos ámbitos nunca habían sido visibilizados, por lo que fue además muy estimulante ver el tipo de información que tuvimos como resultado”.

“Este es un primer paso importante y seguramente en el mediano plazo contaremos con un anuario que incorpore la dimensión de género en todos sus capítulos”, concluyó la Directora de Igualdad de Género.

Experiencia del estamento estudiantil en facultades

La Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas creó un programa que mejora el acceso de las estudiantes en las áreas STEM, por la sigla en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. “En este sentido, se ha buscado promover el acceso de estudiantes mujeres a este tipo de formación, apuntando a atenuar las desigualdades de género. Una de las medidas destacadas para alcanzar este objetivo, es la implementación del Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género (PEG) en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, el cual busca mejorar la participación femenina en el campus Beauchef y así eliminar los sesgos culturales que han limitado históricamente sus opciones de elección y desarrollo”, dice el Informe Especial de Género que está inserto en el anuario universitario.

Similar proceso ha vivido la Facultad de Ciencias Sociales, que implementó esta medida en la carrera de Trabajo Social, permitiendo el ingreso prioritario de estudiantes hombres en una carrera que tiene una mayor participación femenina.

La directora de Igualdad de Género, Carmen Andrade, valora el dato como un avance que permite visibilizar las contradicciones y desigualdades en las relaciones de género que se expresan en la U.

Otras cifras del Anuario 2018

Otro de los ámbitos relevados en el este informe institucional es cómo la Casa de Bello ha crecido en el último periodo y su desarrollo en las áreas de docencia, matrícula, aseguramiento de la calidad, investigación y vinculación con el medio, entre otras.

Esta última edición destaca además un incremento de la tasa de matrícula total de la Universidad, que ha crecido en un 7 por ciento en los últimos cuatro años tanto en pregrado, postgrado y postítulo como en profesionales especialistas, alcanzando 42.636 matriculados en 2018 frente a 39.838 en 2014.De la mano de lo anterior, se destaca un aumento de tres puntos porcentuales en la tasa de retención de estudiantes, desde un 82.7 por ciento en 2014 a 85.6 por ciento en 2018; lo que evidencia un importante esfuerzo institucional, que involucra seguimiento y acompañamiento de los estudiantes durante sus años universitarios.

Por otra parte, el documento evidencia el crecimiento en infraestructura de la Universidad de Chile en los últimos años. Con una superficie de 675.606 metros cuadrados construidos en los diversos territorios, 43.285 de ellos corresponden a 774 salas de clases repartidas entre sus cinco campus y 14.100 corresponde a 109 auditorios; mientras que 68.435 metros cuadrados han sido destinados para 996 laboratorios y talleres.

Destaca particularmente su infraestructura deportiva, que para 2018 alcanzó los 25.945 metros cuadrados construidos, siendo una de las cifras más altas del sistema universitario estatal chileno, y que considera los proyectos de la Piscina Universitaria Temperada, el Complejo Tenístico Quinta Normal y el Campo Deportivo de Campus Juan Gómez Millas, recinto deportivo universitario más grande del país y que fue inaugurado en diciembre de 2017.


Lorena Wastavino, DSTI Universidad de Chile.