Los rectores de ambas instituciones, Ennio Vivaldi y Lilí Orell, coincidieron en el rol clave que juega el Instituto Nacional en la educación pública chilena. Esta colaboración se traducirá en apoyo técnico en ámbitos pedagógicos, curriculares y de bienestar de la comunidad a cargo de equipos de diversas unidades académicas de la Universidad de Chile.
Luego de una serie de reuniones sostenidas entre representantes de la Casa de Bello y la comunidad escolar, el Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, anunció que el plantel entregará acompañamiento al Instituto Nacional a través de un equipo transdisciplinario.
“El Instituto Nacional es un símbolo de la educación pública y con esto queremos enviar una señal sobre lo fundamental de su fortalecimiento”, sentenció el Rector, quien explicó que el anuncio se traducirá en apoyo técnico en ámbitos pedagógicos, curriculares y de bienestar de la comunidad a cargo de equipos de diversas unidades académicas de la Universidad de Chile, además de actividades de extensión y encuentro, las cuales iniciarán este semestre y se proyectarán en el largo plazo. “Esperamos poder recuperar los lazos entre ambas instituciones en una relación que vaya más allá del flujo natural de egresados que cada año entran a la Universidad de Chile e impacte virtuosamente a la educación pública”, indicó.
La rectora del Instituto Nacional, Lilí Orell, señaló que “la Universidad accedió a entregar el apoyo de profesionales expertos que nos puedan guiar y apoyar a los docentes en esta transformación y modernización”.
El plan de trabajo tendrá un hito en octubre, en el que los rectores de ambas instituciones y toda la generación de cuartos medios del Instituto Nacional recorrerán la historia de la educación pública y sus planteles en una exposición a cargo de Esteban Rodríguez, estudiante integrante de la Academia de Estudios Sociales del IN y Alejandra Araya, historiadora y directora del Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile.
Foco en prioridades de la comunidad
A las instancias de trabajo entre el plantel universitario y el colegio han asistido distintos representantes de la comunidad escolar, tales como los jefes de las Unidades Técnico Pedagógicas (UTP) de las dos jornadas, delegados de la generación que hoy cursa Cuarto Medio y también el Centro de Estudiantes. En ellas se han ido perfilando las prioridades en el trabajo conjunto, el que ya había sido relevado en distintas instancias de colaboración con el colegio de unidades académicas de la Universidad de Chile.
Una de las áreas clave será la de apoyo psicosocial y de convivencia, en el cual colaborará la psiquiatra Vania Martínez, académica de la Casa de Bello y directora del Núcleo Milenio para mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (IMHAY). “Ellos están viviendo situaciones estresantes, de violencia e incertidumbre sobre lo que pasará con su colegio y estudios. Es probable que hayan aumentado algunas sintomatologías, principalmente en la línea de la ansiedad”, señaló la académica.
En tanto, el vicerrector de Asuntos Económicos y Gestión Institucional de la Universidad de Chile, Daniel Hojman, señaló ante representantes escolares que apoyar al Instituto Nacional “es parte de nuestra misión y una oportunidad también. Lo primero que hemos hecho es escuchar para entender cuáles son las áreas en que la universidad puede marcar una diferencia para el colegio”. Además, relevó que «el efecto demostrativo que puede tener esto sobre el resto del sistema escolar es importante».
Una relación histórica
Tal como recalcaron autoridades e integrantes de la comunidad escolar, el Instituto Nacional y la Universidad de Chile tienen una relación histórica que se remonta al origen de ambos planteles, siendo la Universidad de San Felipe el antecedente directo.
Así, las instituciones son más que vecinas e incluso en algún momento compartieron instalaciones. La antigua biblioteca que compartieron la Universidad de Chile y el Instituto Nacional en la antigua capilla de San Diego, demolida por orden del gobierno de Ibáñez del Campo, fue un ícono de la relación de ambas instituciones, “pues encarnó la propuesta de una educación pública comprendida como ‘construir de Chile una escuela’, representada por la cultura del libro y la lectura, según dijera Juan Egaña, de acuerdo a una revisión histórica publicada por la directora del Archivo Andrés Bello, Alejandra Araya, junto a Ariadna Biotti y Juan Guillermo Prado.
Antonia Orellana
