Conoce las intervenciones médicas que hoy se utilizan para combatir la obesidad

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De acuerdo al Ministerio de Salud, un 74 por ciento de la población chilena sufre sobrepeso u obesidad, fenómeno preocupante por su relación con el desarrollo de diversas patologías. Bajar de peso no es fácil, especialmente para quienes deben remontar mucho más que un par de kilos. En este escenario, las cirugías gástricas han ido ayudando a quienes sufren esta condición con técnicas que se han vuelto cada vez menos invasivas. También se han ido sumando otros dispositivos, como los balones gástricos digeribles, que permiten buenos resultados en pacientes con distintos grados de obesidad. El cirujano digestivo del Hospital Clínico de la U. de Chile, Maher Musleh, detalla las alternativas que hoy existen para dar solución a este problema.

«La obesidad es una enfermedad multifactorial y, por lo mismo, es importante que sea abordada de manera interdisciplinaria. La terapia médica es lo primero para empezar. Ahora, el tratamiento médico, que incluye medicina no intervencional, dieta, pastillas y actividad física, es poco efectivo, sobre todo en los pacientes que tienen rangos de obesidad severa y mórbida», parte señalando el académico de la Facultad de Medicina y cirujano especialista en cirugía digestiva del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH), Maher Musleh.

De acuerdo al especialista, menos del 20 por ciento de quienes siguen un tratamiento médico tiene éxito. Además, muchos de ellos tienen altas posibilidades de sufrir un “rebote”. ¿Por qué ocurre eso? «En el metabolismo del ser humano existe lo que se llama el set point (punto fijo). Estamos seteados para tener un peso determinado, el cerebro que regula esto a través de la secreción de ciertas hormonas, tratando siempre de recuperar el peso, nos sabotea. Por eso los pacientes vuelven a ganar peso. Entonces, hoy en día la cirugía bariátrica puede romper ese set point, resetear el metabolismo y permitir que el paciente baje de peso de forma más eficiente y duradera», explicó.

Actualmente, existen diversas técnicas quirúrgicas que se hacen a través de pequeñas incisiones, lo que hace que tengan un bajo impacto en el paciente desde el punto de vista de la recuperación post operatoria. «Hoy los pacientes se están yendo de alta a las 24 horas de la intervención, o antes. Se hace todo por vía laparascópica, ese es el estándar en cirugía bariátrica, en las técnicas más o menos complejas. Hablamos del bypass gástrico o la gastrectomía en manga, que son más habituales», detalló el Dr. Musleh.

Con este tipo de intervenciones, un paciente logra bajar más del 50 por ciento de su exceso de peso. Por lo general, el descenso es bastante rápido y la nueva forma de alimentación muy rígida: Una vez que les dan el alta, quienes se someten a una cirugía bariátrica tienen que hacer una dieta muy estricta y restrictiva en cuanto a la ingesta calórica. Parten con pequeñas porciones de líquido, que luego cambian a papilla y recién después de un mes se comienza con alimentos picados.

Mientras la manga gástrica corta el estómago, restringiendo su capacidad desde 1 litro a 100 ml, el bypass achica el estómago a 50 ml e interrumpe la continuidad del intestino, saltándose un segmento para que haya menos absorción. «Esto hace que un segmento del intestino (150 centímetros) absorba menos nutrientes. Con eso ayuda a la baja de peso y también a controlar ciertas enfermedades asociadas al sobrepeso, como la diabetes. El bypass recupera a pacientes que tienen alguna enfermedad metabólica asociada, es un poco más intenso que la manga», contó el cirujano digestivo.

La cirugía, no obstante, es solo el comienzo. «Lamentablemente, la experiencia de la mayoría de los equipos es que el paciente se opera, viene a un par de controles, se siente bien y no vuelve más. Lograr la adherencia es súper difícil». De los datos existentes, se concluye que un 30 por ciento de los pacientes que se sometieron a la manga gástrica reganan peso a los cinco años. Esta cifra es poco menor entre quienes se sometieron al bypass gástrico. «La clave del éxito en estas cirugías es que hay que generar cambios conductuales que se hacen mediante un entrenamiento dietético, con apoyo psicológico durante todo el tiempo que dura el tratamiento y ojalá sea de por vida para que el paciente se mantenga dentro del peso ideal», dijo el académico de nuestro plantel.

¿Quiénes se benefician con estas cirugías? Los pacientes con obesidad severa y mórbida, y quienes no teniendo tanto exceso de peso poseen factores de riesgo asociados como colesterol y triglicéridos elevados, resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión, hígado graso, reflujo gastroesofágico y síndrome de apnea obstructiva del sueño.

Balón gástrico

Otra alternativa altamente extendida para ayudar a los pacientes a bajar de peso son los balones gástricos. Hoy existen dos tipos: el balón gástrico que se instala vía endoscopia, introduciendo el dispositivo por la boca hasta el estómago, donde se infla. El balón ocupa volumen, haciendo que la persona tenga parte del estómago lleno. Este dispositivo, acompañado de dieta, permite que el paciente baje 10, 12 y hasta 15 kilos. El otro balón, que es el que actualmente más se usa, ofrece los mismos resultados pero su introducción es distinta: son balones que se tragan en forma de cápsula, y una vez que está en el estómago se infla.

«El balón ayuda al tratamiento médico, los pacientes tienen que seguir una dieta y hacer deporte. Cualquiera se puede poner un balón, no tiene contraindicaciones, pero depende mucho de las expectativas. Si el paciente necesita bajar 10 o 12 kilos, porque está en el rango de sobrepeso u obesidad leve, ese balón le va a servir», afirmó el especialista. Este dispositivo dura tres o cuatro meses y después se desintegra y se elimina por el tubo digestivo.

Quienes también utilizan el balón son los pacientes con mega obesidad -es decir, con un Índice de Masa Corporal de más de 50- que deben bajar de peso antes de una cirugía gástrica porque corren riesgo anestésico y quirúrgico. «En esos casos, los preparamos con un balón gástrico que se instala tres o cuatro meses antes de la intervención y les ayuda a bajar de peso. Ellos bajan 20, 30, 40 kilos, tienen una baja mucho mayor porque parten desde más arriba», concluyó el especialista.


Texto: Francisca Siebert