El valor de la reflexión triestamental para el presente y el futuro

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Ante los grandes cambios sucedidos en nuestro país tras la revuelta social iniciada en octubre de 2019 y la posterior pandemia por COVID-19, la comunidad universitaria realizó un intenso proceso de reflexión triestamental en el marco de los desafíos asociados al proceso de evaluación intermedia del Plan de Desarrollo Institucional, que finalizó con un informe que sintetiza las principales conclusiones. 

La realidad del país durante los últimos dos años abrió una serie de preguntas y desafíos para el conjunto de la comunidad universitaria, ya que sometió a una inédita presión el trabajo realizado por el cuerpo académico, por los funcionarios/as, y también por las y los estudiantes. Es por ello que la Comisión de Desarrollo Institucional (CDI) del Senado Universitario y la Comisión Superior de Autoevaluación Institucional (CSAI) impulsaron un ciclo de foros triestamentales para debatir sobre materias como la docencia y los procesos formativos, las metodologías de enseñanza y aprendizaje, la democracia y participación universitaria, las formas de trabajo triestamental, y la fatiga y la salud mental, entre muchos otros temas.

Fruto de esta reflexión, en la que también participaron los gremios y organismos vivos de nuestra comunidad, se elaboró un informe final, titulado «Re-crear la Universidad Pública: Reflexiones y debates», documento que se encuentra disponible para servir como insumo para las futuras decisiones que la Universidad de Chile deberá tomar.

Respecto a la importancia de este proceso y su proyección hacia el futuro, la profesora Rebeca Silva, quien es senadora universitaria y presidenta de la Comisión Permanente de Desarrollo Institucional, destacó que las reflexiones que se generaron en el espacio son de gran relevancia «para el desarrollo y la proyección de nuestra Universidad. La idea de Re crear la Universidad Pública es una invitación a mirarnos. Fue un espacio de conversación y de escucha, de debatir en torno a los elementos críticos que deben estar considerados en las decisiones estratégicas de nuestra institución».

En ese sentido, valoró positivamente el proceso de foros triestamentales como un paso saludable para la vida comunitaria de la Universidad de Chile, y aseguró que marcan un hito de trabajo intersectorial que se espera continuar. Asimismo, agradeció el trabajo colaborativo de «las distintas vicerrectorías, todos los estamentos y sus gremios, los equipos técnicos y de comunicaciones del Senado, la CSAI, la Pro rectoría y la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones. Me parece que la evaluación es positiva e inspiradora. La invitación fue a reflexionar en torno a nuestra Universidad, su rol público y su contribución, a hacernos cargo de las problemáticas que nos cruzan, espacialmente de cara a lo que hemos vivido desde el 18 de octubre de 2019 y lo que seguimos viviendo con la pandemia. Estas transformaciones y cambios profundos en nuestra sociedad y en nosotros mismos han sido clave en inspirar este ciclo pensando en su proyección en beneficio de nuestra comunidad, pero también del país, desde ese el rol público que nos caracteriza»:

En la misma línea, el vicepresidente de la CSAI, Jesús Redondo, destacó que los foros triestamentales permitieron conocer «qué es lo que le hace más sentido a los miembros de la institución, más allá de los datos duros. Es muy relevante saber esto porque desde la CSAI nos parece que tanto la evaluación como la autoevaluación deben vincularse a lo que se le da valor en la comunidad, y ahí puede haber elementos que podamos traducir en números o indicadores. Cuando somos capaces de mirarnos y conversar, estamos ejerciendo una labor evaluadora y le devolvemos valor y sentido a nuestra institución».

Consultado sobre la proyección del trabajo realizado en «Recrear», el profesor Redondo aseguró que una gran lección que se puede extraer de estas conversaciones radica en la gran importancia de la sinergia en la Universidad. «Merece la pena impulsar la colaboración como valor en lugar de la competencia. Ahora que abordamos problemas de escala planetaria, como el cambio climático o la pandemia, sería importante volver a poner en el centro el trabajo en común, que la comunidad se piense como un bien público y rediseñe su propia dinámica en esa línea».

Esto lo une también con la posibilidad de realizar una autoevaluación intermedia del Proyecto de Desarrollo Institucional de cara al nuevo contexto del país y a nivel global. «Desde ahí, podemos proyectar los próximos 3 años de este proyecto de desarrollo haciendo los ajustes necesarios que favorezcan el desarrollo de la Universidad, reconocer que no lo sabemos todo, que podemos aprender mucho del trabajo conjunto a la interna, pero también con otras universidades y con la sociedad, y que podemos ir mejorando nuestro trabajo día a día».

Respecto a este mismo punto, la profesora Silva aseguró que parte de los debates generados interpelan la forma como se entiende la «institucionalidad, los roles con que articulamos la toma de decisiones y el aseguramiento de los mecanismos de participación vinculante de toda la comunidad. También surgió fuertemente la necesidad de articular los distintos ámbitos del saber, generar diálogos y discusión poniendo voz ahí donde no hay, superar las violencias estructurales u otros, como avanzar en la comprensión de que las problemáticas de nuestra sociedad son multidimensionales».

En este sentido, para la académica queda en evidencia la necesidad de avanzar en paradigmas que permitan, con pertinencia cultural, abordar la nueva realidad con fuerza y perspectiva, para lo que se requeriría «repensar nuestras lógicas de funcionamiento con perspectivas comunitarias, que establezcan nuevas condiciones de participación triestamental y los objetivos de desarrollo institucional, acorde a las actuales transformaciones que estamos viviendo política y socialmente de manera acelerada».

Estos cambios, que implicarían un giro en la manera como uno se aproxima al conocimiento, irían acompañados de una invitación a pensar en nuevas estrategias que permitan crecer de manera colaborativa, incorporando temas como «la transparencia, la equidad, la interculturalidad, el acceso universal o la diversidad, tan fundamentales para esa vida en comunidad. Eso requiere nuevas definiciones y prácticas y nos invita a una reflexión que va más allá de nosotros de manera individual, sino que se proyecta en este colectivo que nos hace Universidad».

Invitamos a toda la comunidad a revisar el informe emanado del proceso «Recrear», disponible aquí.


Texto: Felipe Ramírez Prensa U. de Chile