Entregan Expediente para declarar Monumento Histórico a la Iglesia de Teupa y su respectiva Zona Típica en Chiloé

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Tras seis meses de trabajo de académicos y estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) junto con la comunidad y, a través del Instituto de Historia y Patrimonio de la U. de Chile, se hizo entrega del expediente que busca proteger la Iglesia de Teupa, así como conservar el aspecto típico y pintoresco de la zona.

Teupa es una localidad ubicada en la comuna de Chonchi, frente a la isla Lemuy, en el archipiélago de Chiloé. Cuenta con una capilla construida alrededor de la década de los ‘30, un cementerio característico y un notable entorno paisajístico. En la zona, esta localidad es reconocida por su fiesta religiosa, la que durante todo un mes genera un polo de atracción y encuentro para los habitantes de las localidades vecinas.

Es esta realidad la que los lugareños no quieren perder. Por ello, solicitaron al Programa Chiloé, que tiene sus orígenes en el Instituto de Historia y Patrimonio (IHP), realizar los estudios y levantamientos de características arquitectónicas, dimensionales y técnico-constructivos de sus emplazamientos, con el objeto de elaborar el expediente respectivo y realizar todos los pasos necesarios junto con la U. de Chile, para preservar la arquitectura, la cultura y el entorno del lugar.

“Queremos proteger lo nuestro, nuestra identidad y nuestra cultura tradicional”, fue lo expuesto por la comunidad local. Con dicho objetivo, el profesor del Instituto, Patricio Basáez Yau ‒uno de los responsables de la conformación del Programa Chiloé en su etapa interdisciplinar‒ lideró las acciones para el logro de esta tarea, que refleja, una vez más, el trabajo sinérgico entre la academia y las comunidades chilotas.

La localidad, cuenta con una capilla construida alrededor de la década de los ’30, un cementerio característico y un notable entorno paisajístico.

Una mirada regional del patrimonio

El IHP realiza esta labor en el marco de su línea de investigación específica denominada Arquitecturas Regionales. El estudio arquitectónico de Chiloé,  se inició en la década de los ’70; fruto de ello, a comienzos de la década de los ‘2000 se crean -a nivel de pregrado- los cursos adscritos al Programa Chiloé dedicados al estudio de casos y a la generación de propuestas.

Entre el año 2000 y 2001, la Unesco confirió la calidad de Patrimonio de la Humanidad a 16 iglesias de Chiloé, reconociendo así el valor universal excepcional que representan estos monumentos, característicamente construidos en madera y cuya data de fundación se remonta al siglo XVIII; declaratoria que fue fuertemente respaldada técnicamente por la labor del IHP.

Tras esta Declaración, la U. de Chile profundizó el estudio de los casos no incorporados y de aquellos que sólo se declaró la iglesia y no se investigó el entorno. De ahí surgen los expedientes de zona típica. Hasta la fecha se han entregado más de siete expedientes completos al Consejo de Monumentos Nacionales de Chile.

“Con el Mall de Castro quedó en evidencia lo importante que es proteger el entorno, porque en Castro lo que estaba protegido era la iglesia, pero no se había pensado en el entorno, considerando la realidad de Chiloé que incluye una estrecha relación de sus habitantes con el mar. Este hecho marcó la urgente necesidad de establecer áreas protegidas”, señaló la directora del IHP, María Paz Valenzuela.

Si bien en la actualidad cualquier persona natural, o entidad puede solicitar que se declare zona típica o zona patrimonial, la Universidad de Chile a través del Programa Chiloé entrega un estudio experto que facilita la labor del Consejo, transformándose por décadas en un estrecho colaborador en la toma de decisiones.

La labor se realiza junto con la comunidad. Hasta la fecha se han entregado más de siete expedientes completos al Consejo de Monumentos Nacionales de Chile.

“Para lograr este resultado, en el Programa Chiloé trabajamos a partir de una revisión bibliográfica desde lo más general de Chiloé hasta enfocarlo en el área de estudio. En éste se involucran varios aspectos tales como fiestas costumbristas, iglesia, espacio público, características geográficas del entorno, paisaje, aspectos técnico constructivos, etc. El estudio además contempla la incorporación de diversas fuentes y también se trabaja directamente con la comunidad, tanto en la elaboración como en la revisión final del expediente”, señaló Marcelo Bravo, uno de los profesores a cargo de los cursos del Programa.

La normativa que rige las Zonas Típicas o Pintorescas es la Ley Nº 17.288, la cual cuenta con un reglamento que establece cómo identificar un sitio patrimonial de esta categoría, cómo solicitar su protección, en qué casos y de qué manera se puede intervenir, y cuáles serán los organismos encargados de su supervisión y conservación.

En el caso de Teupa, en el expediente se definió un polígono bastante extenso que abarca el área de la procesión religiosa. Pero como bien los señalan los académicos: “proteger no significa congelar”, sino definir ciertas limitaciones y criterios que deberán ser considerados en las futuras intervenciones. “Eso es lo interesante de los expedientes, porque identifican los valores, que son inmateriales y los atributos que son los elementos materiales que le dan carácter a lo inmaterial”, especificó la profesora Valenzuela.

Además, el trabajo implica elaborar y hacer entrega de los planos, facilitando futuras restauraciones de la iglesia ya que se cuenta con la información arquitectónica, y patrimonial de la zona.

“En este sentido, nuestro trabajo no queda sólo en el ámbito académico, sino que es extra muro. Es el sello distintivo de nuestra Universidad trabajar con y para la comunidad. Por ello, nos han vuelto a pedir trabajar con la localidad de Chacao y hacer el levantamiento de dos localidades rurales: Manao y Caulín, porque se espera que en un tiempo Chacao se transforme en comuna, lo que no es solamente un trabajo arquitectónico, sino que sirve para la planificación y ordenamiento territorial”, agregó el profesor Bravo, quien junto a los profesores de la FAU, Luis Goldsack, Constantino Mawromatis, Patricio Basáez y la ayudante María José Ramírez, lograron materializar en un trabajo interdisciplinar el expediente de Teupa.

A través de fichas de levantamiento de información se elabora el expediente que además cuenta con los planos de la iglesia y cementerio

El aporte de la U. de Chile al Patrimonio nacional

La labor realizada en Chiloé se generó gracias al Convenio “Programa de Protección y Desarrollo del Patrimonio Arquitectónico de Chiloé”, establecido entre la FAU y el Obispado de la Diócesis de San Carlos de Ancud el año 1976. El trabajo realizado sumado a otras actividades, promovió y fundamentó -con documentación propia- la inclusión de un grupo significativo de iglesias tradicionales del archipiélago al listado que permitió la Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO en el año 2000.

El Instituto de Historia y Patrimonio (IHP), creado en 1952, fue incorporado en el año 1970 por ley al Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, siendo un reconocimiento a la labor de investigación y puesta en valor del patrimonio desarrollado por este Instituto.

Sin embargo, el nuevo proyecto de Ley de Patrimonio, que busca modificar la ley Nº 17.288, elimina la participación de un representante del INH proponiendo que ocupe este cargo un representante de las Universidades del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH).

«Hoy la nueva ley de Patrimonio nos elimina de esta instancia, en el conocimiento de que nosotros estábamos ocupamos aquel lugar por ser una unidad experta, la única unidad que ha estudiado el patrimonio arquitectónico como línea exclusiva, continua y de manera histórica. Ejemplo de ello es la entrega a lo largo de su historia de información base y primera para más de 120 declaratorias, haciendo de esta manera un aporte real desde la academia a la conservación de nuestro patrimonio”, enfatizó María Paz Valenzuela.

La extensa labor realizada por el IHP ha permitido generar un riquísimo archivo documental, el que en el año 2002 se convirtió en la base del Archivo de Arquitectura Chilena, que reúne más de seis décadas de investigación sostenida en el patrimonio nacional, siendo éste el primer archivo creado en el país dedicado específicamente a la valoración arquitectónica.


Comunicaciones FAU / Dirección de Extensión / Periodista Roxana Alvarado