El martes 9 de julio funcionarios del Programa se capacitaron en el uso del desfibrilador externo automático (DEA), dispositivo médico que analiza y corrige el ritmo cardiaco de personas que están sufriendo un paro y que permite salvarles la vida.
Si va caminando por el patio de la universidad y de pronto alguien se desmaya a su lado, lo más probable es que se ponga nervioso y se agache para ver si la persona está bien. Lo ideal es que en casos de emergencia uno sea capaz no sólo de pedir ayuda, sino también de darla, por lo que siempre se recomienda tener conocimientos básicos de primeros auxilios o de reanimación cardiopulmonar (RCP).
Dado que la tasa de sobrevida de personas que sufren un paro cardíaco es sólo de un 3%, en mayo de 2019 se promulgó en Chile la ley 21.556 que obliga a establecimientos y recintos que reciban una determinada afluencia de público, a tener desfibriladores externos automáticos (DEA) y portátiles. Estos dispositivos médicos permiten que personas con una formación y entrenamiento mínimos, puedan realizar la desfibrilación, acción que complementada con reanimación cardiorrespiratoria puede salvar vidas.
El desfibrilador o DEA, luego de ser colocado en el pecho de quien está sufriendo un paro, analiza el ritmo cardiaco, identifica la arritmia y realiza de manera automática una descarga eléctrica que restaura el ritmo normal del corazón. Su uso es crucial, ya que puede interrumpir las arritmias ventriculares potencialmente mortales, como la fibrilación o la taquicardia ventriculares.
Cuidar el corazón
Belén Escobar es enfermera, trabaja en el Servicio de Atención Médica de Urgencia Metropolitano, SAMU, y es parte del equipo de monitores de DEA Chile. A su cargo estuvo la capacitación en el uso del desfibrilador que efectuó un grupo de funcionarios del Programa de Bachillerato, este martes 9 de julio en la sala 104. “Tener un desfibrilador es ley, así es que lo verán en muchos lados: en malls, colegios, centros deportivos o en las estaciones de metro”, cuenta. “La idea es que esté al alcance de la mano, a la vista, y se ocupe cuando sea necesario porque está demostrado que la reanimación básica con las manos más el uso del desfibrilador aumenta la sobrevida de las personas que caen en paro cardíaco”, enfatiza. “Finalmente, las personas que ayudan en casos de emergencia son personas que no son del área de la salud, son quienes están al lado tuyo, somos todos nosotros. Por eso es tan importancia de que todos sepan qué es un desfibrilador”, explica.
Entre quienes participaron en la capacitación estuvo Ninón Venegas, encargada de los laboratorios del Programa. “Me pareció excelente esta capacitación porque este tipo de accidentes puede pasar en cualquier parte y a cualquiera de nosotros. Nos puede pasar acá en la Universidad o en la casa, también cuando estoy con mis papás, por ejemplo”, cuenta. “Me gustaría que lo hiciera todo Bachillerato, aunque sea presentarles el equipo, que lo conozcan de vista, que sepan las funciones básicas y para qué se usa, porque en realidad es súper fácil ocuparlo y es demasiado importante”, opina.
¿Cómo usar un desfibrilador?
- Identifique la zona segura, que ni usted ni la persona que está sufriendo un paro estén en peligro (que haya agua alrededor, piso resbaladizo, tránsito de autos, entre otros).
- Háblele a la persona para ver si está consciente y si siente dolor.
- Pida de manera dirigida y a quienes tenga más cerca, que le lleven el desfibrilador y que llamen al 131, el número de Ambulancias.
- Evalúe durante 8 o 10 segundos si la persona está respirando. Si no lo está realice la reanimación cardiopulmonar hasta que le lleven el DEA o lleguen los paramédicos.
- Si tiene un DEA, úselo:
- Enciéndalo y colóquelo detrás de la cabeza de la persona afectada para que usted oiga las instrucciones de manera clara.
- Nadie debe tocar a la persona a quien le pondrá los electrodos del desfibrilador. Descubra completamente el tórax de la víctima, compruebe que la zona está seca y que no sea velluda. El DEA viene con una tijera de trauma que permite romper la ropa sin hacerle el daño a la persona, una pequeña hoja de afeitar y una toalla para secar el tórax en caso de sudor, para la adhesión correcta de los electrodos.
- Ponga los electrodos en el tórax tal como le indique el dispositivo y siga las instrucciones que vaya recibiendo.
- Si la persona necesita reanimación, el desfibrilador le dirá que apriete el botón de reanimación.