U. de Chile brinda atención integral a sus estudiantes en casos de violencia de género

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Según ONU Mujeres, se estima que el 35 por ciento de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia física y/o sexual en algún momento de sus vidas, ya sea por parte de un compañero sentimental como por otra persona distinta. Frente a esta dura realidad, la Universidad de Chile, a través de su Dirección de Igualdad de Género y el Servicio Médico y Dental de los Alumnos (SEMDA), decidieron implementar un modelo de atención psicológica especializada para apoyar a las víctimas de este tipo de violencia.

En los últimos días, la formalización de Martín Pradenas Dürr por el caso de Antonia Barra, quien se suicidó tras haber sido violada, remeció al país. La violencia de género se muestra en su faceta más extrema en lo ocurrido a la joven universitaria, y pone en la palestra las consecuencias que esta puede tener en las víctimas.

Esta violencia se presenta en distintas formas. Sus aristas más reconocidas son la agresión física, sexual y psicológica. En la mayoría de los casos, el estado emocional de las personas que han vivido algún tipo de maltrato o abuso, puede devenir algún trastorno psicológico de diversa gravedad. Depresión, ansiedad, estrés post-traumático, ataques de pánico, abuso de alcohol o de sustancias psicoactivas, se encuentran entre los trastornos más comunes que afectan a quienes han sufrido este tipo de violencia. En los casos más extremos, se pueden presentar incluso comportamientos suicidas o episodios psicóticos.

Tomando en cuenta esta realidad, la Universidad de Chile ha visto la necesidad de desarrollar políticas que puedan resguardar a las estudiantes afectadas, a través de un sistema de atención integral para víctimas de violencia de género dentro de la institución (modelo que es coordinado por la DIGEN), el cual incluye además del acompañamiento socio jurídico entregado por la Oficina de Atención de Acoso Sexual, la atención psicológica. Su propósito es disminuir el impacto que los eventos de violencia provocan en las vidas de las personas afectadas, a través de acciones que les permitan ejercer plenamente sus derechos a estudiar y a trabajar en un ambiente seguro.

Es así como en el marco del Protocolo de Actuación de la Universidad en estas materias, a partir de marzo de este año, se incorporó al modelo de atención el Equipo de Atención de la Violencia de Género, dependiente de la Unidad de Salud Mental del Servicio Médico y Dental de los Alumnos (SEMDA). Este trabaja en dos líneas; por un lado, la atención de personas afectadas por acoso sexual, violencia de género y discriminación arbitraria por motivos de género, y por otro el trabajo socioeducativo con personas que hayan ejercido este tipo de conductas. A cargo de cada una de estas áreas de trabajo están los psicólogos Karem Maceratta y Salvador Bello, respectivamente.

La apuesta de esta línea implica no tan solo posibilitar procesos reparatorios a quienes han sido afectadas por acoso sexual, discriminación arbitraria y/o violencia de género en el contexto de la vida universitaria”, afirma Karem Maceratta, “sino a su vez responder y comprometerse frente al ejercicio de reivindicación y transformación social que ha venido gestándose durante estos últimos años respecto de las demandas feministas”. Ello, agrega, “mediante la visibilización y desnaturalización de patrones patriarcales, una reflexión crítica de las causas estructurales de la violencia y la configuración de otros horizontes posibles en el ámbito de la atención individual como grupal”. Esta visión incorpora las profundas brechas de desigualdad experimentadas históricamente por las mujeres, las corporalidades feminizadas y las disidencias sexuales, puntualiza.

Para Salvador Bello, “esta unidad adquiere importancia en tanto hay una comunidad universitaria que se está preocupando de esto, y en el caso de la labor que estamos haciendo con Karem, para nosotros es muy importante poder generar un espacio tanto para quienes han sufrido episodios de violencia, como para quienes han ejercido violencia de género”. De esta forma, subraya el psicólogo se busca prevenir que dichos episodios sigan ocurriendo, al menos en el espacio universitario, aunque también espera que sus efectos trasciendan a otros espacios de la sociedad.

El acceso a la atención es de carácter voluntario y se puede hacer a través de dos vías: por demanda espontánea, solicitando atención por correo electrónico, o de manera presencial en el SEMDA. La otra es por derivación de la o el profesional encargado de primera acogida en cada Unidad Académica, o desde la Oficina de Atención de Acoso Sexual de la DIGEN, si se trata de personas afectadas. Y por derivación de las Direcciones de Asuntos Estudiantiles en el caso de quienes hayan tenido conductas de abuso de violencia de género y quieran iniciar procesos socioeducativos.

Si bien dentro del contexto de confinamiento la atención presencial se ha visto paralizada, Salvador Bello indica que han estado recibiendo derivaciones, “porque el tema de la violencia sigue existiendo en pandemia, y hay muchos estudiantes que siguen requiriendo un espacio de escucha y problematización”. En ese sentido la atención individual se ha realizado sin problemas en forma virtual.

Si eres estudiante y has sido víctima de violencia de género, puedes escribir a karem.maceratta@uchile.cl. Por otra parte, si has tenido conductas de ese tipo y quieres problematizarlas, dirígete a salvador.bello@uchile.cl.


Comunicaciones DIGEN