We tripantu, Wiñon antu, We tripapanantu o wüñoy Tripantu. Todas estas son denominaciones para la celebración que se realiza el 24 de junio de cada año en todo el territorio mapuche, una fecha que comúnmente es asociada a una suerte de “año nuevo” para dicha cultura.
Sin embargo, el concepto «tripantu», que es erróneamente traducido como año, es en realidad una salida de sol, tal como indica el integrante del Área de Diversidad Nacional, Cultural e Inmigrante de la Oficina de Equidad e Inclusión de la Universidad de Chile, Álvaro Calfucoy. De acuerdo al profesional, quien se reconoce como mapuche, aquello implica desde la perspectiva de la lengua un ciclo, que -a diferencia de la cultura occidental- no es progresivo indefinidamente hacia el futuro, sino que es un retorno y un recomenzar de las cosas. “Hoy en día y por una cosa de asociarlo a elementos que tenemos en la cotidianidad de una cultura occidentalizada como la chilena, le decimos «Año nuevo mapuche» (…) Esa novedad, ese elemento nuevo, es en realidad una renovación”, sostiene Calfucoy.
Para la directora de la Oficina de Equidad e Inclusión de la Universidad de Chile y poeta mapuche, Maribel Mora, si bien este hito de cambio es asociado con el solsticio de invierno, como celebración sigue siendo un elemento de tradición y cultura, una celebración que ha trascendido de generación en generación. “Había que comer mucho, para los mapuches es importante la comida, había que aprovechar el agua fresca de esas mañanas y las energías del sol que salía de nuevo, en el fondo es como que el sol se revitaliza”, plantea Maribel Mora.
Si quieres saber más sobre este interesante tema, puedes escuchar el episodio de esta semana en Tantaku.cl, en Youtube y en Spotify.
Rodrigo Gallardo
Prensa UChile
