La filósofa afroamericana participó este jueves en el lanzamiento de LELIKELEN, nueva colección de e-books gratuitos editados por la Red de Imaginarios Críticos e Interseccionalidad, dirigido por Kemy Oyarzún, quien dialogó con la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran, y la artista Sibila Sotomayor, del colectivo LasTesis. En la ocasión, la académica de la Universidad de Santa Cruz, California, recordó en un testimonio grabado, sus dos visitas a Chile, en 1972 y 2016, y apuntó al trasfondo interseccional del movimiento feminista en Chile.
La gran mayoría de las personas en el mundo sufren algún tipo de discriminación y de una u otra forma esas discriminaciones están intímamente relacionadas. En 1989, la activista afroamericana estadounidense Kimberlé Crenshaw acuñó el término “interseccionalidad” para referirse a ese fenómeno en que las categorías sociales de género, clase, etnia y orientación sexual se cruzan y relacionan.
¿Cuáles son los hilos ocultos de la interseccionalidad? ¿Es sólo una palabra de moda como algunos dicen? ¿Cómo hacer frente a este cruce de heterogeneidades, subjetividades y opresiones? Estas fueron algunas de las preguntas que inspiraron a Kemy Oyarzún y a los académicos de la Red de Imaginarios Críticos e Interseccionalidad (REDICI) para dar vida a LELIKELEN, una nueva colección de e-books gratuitos, que aspiran a interpelar al lector en la reflexión de estos cruces entre raza, clase y género.
La colección fue presentada este jueves en un conversatorio que reunió a la académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades y directora de REDICI, Kemy Oyarzún, con la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran, y la artista Sibila Sotomayor, integrante del colectivo Lastesis, autoras de la mediática performance “Un violador en tu camino”.
LELIKELEN -que en mapudungun significa “abrir los ojos”- contempla una serie de 10 libros. Los dos primeros en ser presentados de manera oficial son la «Antología Fillke Ketrxan» de poesía mapuche, que reúne el trabajo de Lara Millapan, Milanka Olivares, Aniñir Guilitraro, Manquepillan Calfuleo, Huenuñir Huenullan y Maribel Mora, y el estudio “Calidad De Vida Académica Y COVID 19. Una Perspectiva De Género”, realizado por integrantes de la Asociación de Académicos del plantel (ACAUCH), como Kemy Oyarzún, Carolina Duque, Verónica Aranda y Vanessa East.
“Esta colección tiene que ver con interrogar e intervenir, abrir nuevos espacios de articulación entre feminismos y luchas contra el colonialismo, contra el racismo, con la expoliación de clase, actividades que se cruzan y rompen barreras entre lo que está en la biblioteca y las performances callejeras, entre lo culto y lo popular, entre el orden establecido y las prácticas deseantes”, señaló Kemy Oyarzún.
Por su nombre, la colección además hace un guiño a la revuelta social del 18 de Octubre, pero también al actual momento constituyente. Así lo destacó la vicerrectora y Premio Nacional de Periodismo Faride Zeran. “LELIKELEN es una iniciativa que nos remite a la porosidad de esta academia que no está arriba observando desde una cúpula de cristal, sino que está atenta al devenir de lo que está pasando en la calle, pero también de lo que pasa con nuestros pueblos originarios, con nuestros creadores y con nuestras disidencias”.
En esa línea, Sibila Sotomayor, integrante del colectivo Lastesis, pero también académica de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso, destacó la “pulsión de buscar una reconfiguración de la Academia, que sin duda es una institución patriarcal y vertical, para que pueda dialogar justamente con estas otras lógicas que surgen de la calle, que apelan más a lo horizontal y a lo heterogéneo”, señaló.
Emocionante y pertinente a la discusión fue el testimonio en video que la filósofa afroamericana estadounidense, Angela Davis, envió especialmente para la ocasión, donde recordó sus dos visitas a Chile, en 1972 -en el marco del gobierno de Salvador Allende- y 44 años después, en 2016, cuando fue recibida por la Universidad de Chile, donde se le otorgó la medalla rectoral.
En su trayectoria de activismo y de docente de la Universidad de Santa Cruz en California, Davis se ha caracterizado por integrar y poner en tensión esos dos mundos, lo que demostró en su última visita a Chile, momento en el que compartió tanto con académicos, académicas y estudiantes de la Casa de Bello, pero también con los habitantes de la población en Recoleta que lleva su nombre y también con mujeres representantes de grupos feministas.
El mensaje de Angela Davis se centró justamente en reafirmar la importancia de ese cruce entre academia y calle, pero también del carácter interseccional del discurso de las reivindicaciones sociales. “El feminismo no se centra estrictamente en el género, sino que reconoce interconexiones, interrelaciones e interseccionalidades en nuestras investigaciones y organizaciones para un futuro emancipatorio. El feminismo que el mundo necesita es un feminismo que se levanta para desafiar el racismo y el capitalismo global. Proclama de la vida de las y los negros importantes, las y los mapuche importantes, las y los trabajadores importan”, sentenció.
Sibila Sotomayor coincidió con las palabras de Davis y afirmó que junto a sus compañeras de Lastesis comparte la idea de que “finalmente las demandas feministas son también las demandas sociales”, y que es necesario terminar con esa insistencia de dividir las “luchas de clase con las feministas, porque no es así”.
Para reafirmar su intervención, la artista compartió el registro en video de la performance “Hoy, hundimos el miedo”, realizada el 14 de octubre pasado en Valparaíso, donde un centenar de mujeres participaron peregrinando hasta el puerto para “lanzar” simbólicamente al mar la Constitución de 1980, a días de celebrarse el plebiscito donde se aprobó la redacción de una nueva Carta Magna. “La lucha del feminismo es en contra del neoliberalismo, pero también del patriarcado y contra toda forma de opresión que afectan a quienes no ostentan el poder”, concluyó la artista.
Revisa el lanzamiento de LELIKELEN aquí:
