Conoce las líneas de apoyo a madres y padres que la U. de Chile tiene disponibles para sus estudiantes

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En los últimos años, distintas unidades/direcciones de la Universidad han levantado iniciativas con el fin de facilitar la experiencia académica de estudiantes que son o serán madres y padres. A continuación, te contamos los detalles y las experiencias de dos estudiantes que tienen dichos beneficios.

El Programa de Corresponsabilidad Parental surgió en 2019 como un modelo de apoyo para que estudiantes madres y padres tuviesen la posibilidad de continuar sus actividades académicas. La iniciativa está alineada con los objetivos de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil (DIRBDE), que atiende las demandas y necesidades que no están totalmente cubiertas por la formación curricular, por medio de la generación de políticas que procuren la igualdad de oportunidades y mejoren la calidad de vida.

“Sabemos que ser estudiante con responsabilidad parental es muy complejo, más aún cuando tienen hijas/os pequeños”, comenta la encargada de Beneficios de Mantención Internos de la DIRBDE, Natalia Aravena Alfaro. “A partir del programa tratamos de apoyar en la difusión de fechas de postulación a los jardines infantiles, además de informar y comunicar las postulaciones a las becas junto con el equipo de asistentes sociales”, explicó.

Según el Área de Gestión de la Información de la Dirección, del total de estudiantes que se matricularon en 2023, 362 son o serán padres y madres, lo que representa el 1,1% del total de la comunidad estudiantil. Es por esto que el Programa de Corresponsabilidad Parental −financiado por el Fondo del Programa de Atención Económica− ofrece las becas Apoyo Preescolar Apoyo Parental, que dan cobertura a las niñas, niños, madres y padres que se encuentren en situación de vulnerabilidad económica. 

Pero, ¿en qué consisten las becas, cuáles son sus requisitos y por qué son una muy buena opción para estudiantes con hijas/os?

Beca de Apoyo Preescolar y Beca de Apoyo Parental

Ambos beneficios están destinados a quienes se encuentren en un contexto de vulnerabilidad socioeconómica, además de no tener alternativas de cuidado mientras desarrollan sus actividades académicas. 

Por un lado, la Beca de Apoyo Preescolar es para grupos familiares con hijas y/o hijos en edad preescolar, es decir, que tengan menos de 5 años. Por otro, la Beca de Apoyo Parental está dirigida a madres y padres con hijas/os de entre 6 y 12 años, que presenten antecedentes de enfermedad crónica o permanente o se encuentren en situación de discapacidad, generando gastos que no pueden ser cubiertos por la familia. El apoyo económico de los dos beneficios consiste en una subvención de dinero mensual de 10 cuotas (de marzo a diciembre del año en curso). 

Algunos de los requisitos para acceder a las becas son:

  • Ser estudiante regular con matrícula vigente y presentar carga académica de alguna carrera o programa de pregrado.
  • Postular a través del Formulario de Caracterización Estudiantil (FOCES) completando las cuatro pestañas dentro del plazo oficial de postulación/renovación de beneficios (próximamente se informarán las fechas del proceso 2024). Al terminar, se debe generar el “Comprobante de Postulación a Beneficios”.
  • Contar con el cuidado personal (tuición legal) del/la hijo/a cuya situación motiva su postulación, quien debe ser parte del grupo familiar del/la estudiante padre o madre.
  • Acreditar insuficiencia económica documentalmente con su asistente social de facultad y contar con un puntaje mínimo de 40 puntos calificado por el mismo.

Las nóminas completas de los requisitos y otros detalles de cada beneficio están disponibles en el sitio web de Apoyo Preescolar y Apoyo Parental de la DIRBDE.

La experiencia de estudiantes

Actualmente, del total de madres y padres de la comunidad estudiantil, 56 cuentan con alguna de las dos becas mencionadas anteriormente

Chiara Grillo, estudiante de la Facultad de Comunicación e Imagen, obtuvo la Beca de Apoyo Preescolar gracias a la orientación de la asistente social de su unidad académica. La joven de 24 años es madre de dos pequeños y le otorgaron el beneficio este 2023, habiendo postulado a finales del 2022. 

Grillo destaca lo fundamental de este ingreso económico para garantizar el cuidado, ya sea para costear un jardín/sala cuna o para contratar a una persona de confianza que cuide de su hija e hijo en las horas que ella se dedica a lo académico. “Es un beneficio al que deberían postular quienes son padres y madres universitarios para que puedan descansar y no agobiarse con la carga académica. Ser papá y mamá es una responsabilidad muy alta, que requiere mucha actividad en el día y más la carga académica se pueden producir problemas de salud mental”, comenta.

Por esta razón, destaca y valora el apoyo otorgado por la U. de Chile. “En la etapa de crianza se necesita el apoyo, en este caso de la universidad, que respalda ese lazo con el estudiante porque forma parte de la comunidad”, asegura.

Camila Contreras, estudiante de Psicología de tercer año, fue madre hace 10 meses y también cuenta con la Beca de Apoyo Preescolar, beneficio que fue fundamental para que pudiera continuar con sus estudios, ya que mientras estuvo embarazada y en los primeros meses de post parto, no pudo asistir a la universidad. “Me ha ayudado demasiado para poder pagarle a una persona que lo vea mientras yo estoy en la universidad, sino yo tendría que estar con él todo el día y, como mi carrera es diurna, sería imposible”, cuenta.

Asimismo, destaca los otros tipos de soporte con los que cuenta la U. de Chile, como las salas de lactancia, en su caso la Sala Lorenza de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) en Juan Gómez Millas. “El tener mucha leche acumulada desespera y duele mucho. Es fundamental para el bienestar propio y así poder estar en óptimas condiciones para las clases”, enfatiza. 

La instalación de salas de lactancia y otros espacios relacionados a la maternidad/paternidad son parte del compromiso de la Universidad de Chile con la corresponsabilidad, lo que quedó reflejado en la política implementada por la institución sobre esta temática.

Política de Corresponsabilidad Social

La Política de Corresponsabilidad Social en la Conciliación de las Responsabilidades Familiares y las Actividades Universitarias de la Dirección de Igualdad de Género de la U. de Chile fue aprobada en 2018. Esta busca garantizar la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres en sus tareas universitarias, con el fin de superar las barreras que impiden un correcto desarrollo de sus experiencias. De igual manera, tiene como objetivo favorecer la corresponsabilidad social en el cuidado de niñas y niños, y desarrollar un marco normativo adecuado para alcanzar estas metas.

Con la idea de contar con un instrumento que permita estandarizar los procesos de implementación de la normativa y orientar a las y los estudiantes en el proceso de solicitar estos beneficios, se creó el Manual de Implementación del Reglamento de Corresponsabilidad Social en el Cuidado de Hijas e Hijos de Estudiantes. En este, se presentan las distintas medidas a las que puede acceder la comunidad de madres y padres realizando una solicitud formal en su Unidad de Bienestar Estudiantil, especificando cuál(es) es(son) y adjuntando los documentos necesarios para su obtención. Los detalles se encuentran disponibles en dicho documento.

Por otro lado, con el objetivo de facilitar las tareas de cuidado y el desplazamiento de madres y padres estudiantes, se determinó que todas las unidades deberán contar con la infraestructura adecuada para tales efectos. ¿Qué quiere decir esto? Que tienen que contar con espacios como salas de lactancia, mudadores, accesibilidad para coches y más

La Sala Lorenza, espacio para la lactancia que se mencionó previamente, se encuentra habilitada desde octubre del 2022 y ha sido de gran ayuda para las y los estudiantes que la necesitan. “Lo que ocurrió en la inauguración fue que las mamás que habían tenido que lactar en cualquier lugar vieron la Sala y fue como ¡Qué maravilla! Esto es como un salto cuántico respecto de lo que había para poder hacerse cargo de los cuidados”, señaló el coordinador del Área de Equidad e Inclusión Educativa de FACSO, Horacio de Torres.

Además, se busca seguir mejorando y hacer de este espacio un lugar más accesible para todas las personas, por lo que se está gestionando la incorporación de braille. Esto, con la colaboración de la estudiante Camila Contreras. “Conocí la sala por Lorenza, quien me invitó a participar en su proyecto con el tema de inclusión y accesibilidad, porque además de ser mamá y estudiar, soy ciega”, contó. 

Por otro lado, en 2015, la U. de Chile firmó un convenio con la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) para la construcción de salas cuna y jardines infantiles en cuatro campus, con acceso preferente para hijas e hijos de estudiantes, de 0 a 4 años. Por ahora, son dos los jardines que se encuentran en funcionamiento: Ayün Karü, ubicado en el Campus Juan Gómez Millas y Nietos de Bello, en Beauchef.

Respecto a lo anterior, la encargada de Institucionalización de Género y Corresponsabilidad de la Dirección de Igualdad de Género de la U. de Chile, Pamela Farías Antognini, reiteró que “están comprometidos con generar espacios para que madres y padres puedan estudiar, trabajar y desarrollarse sin que las responsabilidades de cuidado sean un obstáculo para ello. Es muy importante apoyar a estudiantes que son padres y madres”.

Daniela Godoy y María José Herrera
Comunicaciones DIRBDE