Investigación permitirá comprender la pandemia y sus consecuencias

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Realizar una evaluación interdisciplinaria de la respuesta a la pandemia y sus consecuencias, de manera de saber cómo enfrentar un futuro desafío similar, es el objetivo del proyecto liderado por el profesor de la Escuela de Salud Pública (ESP) de la Facultad de Medicina, Cristóbal Cuadrado. El proyecto abarcará además temas como el acceso a servicios de salud no vinculadas al COVID-19, y la efectividad de las intervenciones implementadas, como las cuarentenas, cordones sanitarios y subsidios de emergencia, entre otras.

l proyecto «Impacto del Covid-19 en Chile: Una Evaluación Interdisciplinaria de la Respuesta a la Pandemia y sus Consecuencias», encabezado por el Dr. Cristóbal Cuadrado de la ESP, hace converger distintas iniciativas que desde el mes de abril desarrollan algunos levantamientos iniciales de información para intentar generar un diagnóstico que permitiera comprender mejor cómo evoluciona la pandemia y sus impactos a lo largo del tiempo, iniciativas en las que participaron investigadores y académicos de la ESP, del Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios y de universidades como la Diego Portales, Central y San Sebastián.

Así lo explicó el Dr. Cuadrado, quien aseguró que esta red de investigadores y disciplinas -que incluyen salud pública, epidemiología, economía, sociología y ciencias políticas-, permitirá analizar desde una perspectiva transdisciplinaria la respuesta del sistema de salud y de la política pública a esta contingencia, para comprender cuáles son las consecuencias sanitarias y sociales que tienen en la población tanto la infección por coronavirus en sí, como las acciones que se implementan para responder a ella.

Entre las medidas que se trabajará estarán las cuarentenas, la protección del empleo o el efecto que pueda tener la legitimidad que los distintos grupos sociales dan al gobierno al momento de evaluar la adherencia a las medidas que se dispongan, entre otras dimensiones.

Para ello utilizarán varios métodos de investigación epidemiológica y social, incluyendo el panel MOVID-19, en el que participan aproximadamente 50 mil personas a lo largo del país que entregan información general sobre su estado de salud y sus prácticas de movilidad. Ese panel se extenderá en el tiempo y será complementado con encuestas poblacionales en dos mediciones que permitirán analizar las consecuencias sociales y económicas de la crisis sanitaria.

Acceso a prestaciones sanitarias por COVID o por patologías de base

El proyecto abarcará además temas como el acceso a servicios de salud no vinculadas al COVID-19, por ejemplo, el desplazamiento que se está produciendo de atenciones de patologías no relacionadas con el virus, como cáncer o enfermedades cardiovasculares, y que por la saturación de los servicios de salud o por miedo a contagiarse, no pueden asistir a sus controles.

«Analizaremos cuánto es el impacto en términos de la caída en el acceso a servicios de salud observado en la población nacional, explorando algunas barreras y facilitadores a través de métodos cuantitativos y cualitativos que nos permitan entender mejor qué es lo que pasa, por qué la gente no está consultando y cómo podemos generar condiciones que le den confianza a la población para que pueda atenderse por sus patologías de base”, explicó el profesor Cuadrado.

Para esto están trabajando con el Centro de Microdatos para realizar dos mediciones adicionales a la ya realizada por esa instancia junto al Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) con el Termómetro Social, y en la que participaron en el diseño de la encuesta. «La idea es poder usar una muestra similar de hogares, también por teléfono, para poder repetir la misma muestra de más o menos 1200 hogares con representatividad nacional para explorar impactos sanitarios y sociales de la pandemia», afirmó el Dr. Cuadrado.

La encuesta apunta a conocer si el participante ha tenido COVID-19, acceso a las prestaciones de salud en el actual contexto –si pudieron hacerse examen diagnóstico, cuánto se demoró en tener los resultados-, “pero también queremos conocer dimensiones sociales del impacto de la pandemia, que probablemente es lo más interesante: vamos a explorar si las condiciones de empleo cambiaron con la actual crisis, cuál es la confianza que tienen en las instituciones y en los mensajes de la autoridad, y cómo eso puede haber modificado o no el haber cumplido o no con ciertas medidas recomendadas, como el uso de mascarillas, respetar o no las cuarentenas, entre otras cosas».

También, el equipo incorporará preguntas relacionadas con el acceso a servicios no Covid para las personas que tienen patologías crónicas; por ejemplo, «preguntaremos si es que mantuvieron sus controles, cuándo fue la última vez que vieron un médico, y la experiencia de barreras que pueden haber experimentado para acceder durante estos meses a atención de salud no vinculada a coronavirus», señaló.

El Dr. Cuadrado explicó que el proyecto busca comprender las consecuencias sanitarias y sociales que tienen en la población tanto de la infección por coronavirus como de las acciones para enfrentarla.

Evaluar el impacto de intervenciones

Un tercer aspecto que se plantea el estudio es evaluar la efectividad de las intervenciones implementadas, por ejemplo las cuarentenas, cordones sanitarios y subsidios de emergencia, entre otras. Para ello el proyecto se suma a la colaboración COVID-19 PoliMap, el cual busca mapear las distintas respuestas implementadas por los países en el mundo, lo que permitirá hacer análisis de política comparada entre Chile y otras naciones en términos de su respuesta y resultados.

Para tener un plan de acción para futuros desafíos sanitarios hay que entender cómo ocurren este tipo de catástrofes, cómo son las respuestas que tienen tanto la población como las instituciones a cargo, para así delimitar muy bien cuáles son los respectivos roles y anticiparse a los desafíos», advirtió el académico de la ESP.

Así, concluyó, «este estudio aportará a comprender y caracterizar ciertos patrones de las respuestas que tuvo la población ante el COVID-19 y la manera en que los servicios de salud y las políticas públicas fueron suficientes o no en distintos ámbitos para solucionar las necesidades de la población, aportando con información en tiempo real para el mejoramiento de la respuesta. De esa forma será posible fundamentar adecuadamente cómo lo podemos hacer mejor en el futuro, pero para eso hay que tener un diagnóstico claro”.

El equipo del proyecto está conformado por Cristóbal Cuadrado como investigador responsable y María Soledad Martínez, como investigadora alterna, junto a Mauricio Canals, Andrea Canals, Francisca Crispi, María Sol Anigstein, María Paz Bertoglia, todos de la Escuela de Salud Pública, y por Mónica Gerber, de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales; Sebastián Peña, del Department of Public Health Solutions, Finnish Institute for Health and Welfare; Ismael Puga, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central; María José Monsalves, del Departamento Salud Pública de la Universidad San Sebastián; Jorge Pacheco, del Departamento Salud Pública de la Universidad de Concepción y Lorena Flores, directora ejecutiva del Centro Microdatos de la Universidad de Chile.


Cecilia Valenzuela