La tipografía como forma de expresión a través de la escritura

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Etimológicamente, la palabra tipografía está compuesta del griego typos o tipo y del sufijo griego grapheĭn o grafía, que significa describir. Este terminó empezó a acuñarse en 1440 con el desarrollo de las primeras prensas de imprenta modernas y sus piezas metálicas o “tipos”, que generaban los primeros modelos de abecedario.

Actualmente, la podemos encontrar en distintos aspectos de nuestra vida, como carteleras, señaléticas, escaparates, libros, revistas, etc. Aquello la vuelve uno de los elementos estéticos más presentes en nuestra sociedad. Así lo plantea Roberto Osses, académico del Departamento de Diseño de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y uno de los gestores de la muestra “Tipografía Oda”, basada en el texto “Oda a la tipografía” de Pablo Neruda y diseñado por Mauricio Amster en 1956 para Editorial Nascimento.

Según explica Osses, generalmente la tipografía se asocia con la vestimenta del lenguaje, una suerte de atuendo para las palabras. “Podríamos disfrazar la palabra amor o la palabra odio de una tenida formal o de una, o con una vestimenta muy alegórica que realce algún sentido más profundo de esa palabra”, explica el académico. Sin embargo, se aleja de esta perspectiva, prefiriendo compararla a una expresión teatral. “La tipografía vendría a ser no solo la indumentaria, sino que también el maquillaje, la gesticulación que adoptan las palabras para expresar lo cierto. Algo que va más allá de la semántica, de lo de los significados de la palabra que se están diciendo”, afirma.

La realidad es que la tipografía en el mundo editorial cumple un importante rol en el desarrollo y diagramación de textos, como lo explica la académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y editora de Ediciones Fulgor, Jenny Abud, quien también participó de la muestra “Tipografías Oda”. De hecho, coincide en definirla como una forma de expresión, algo que aborda durante la muestra. “Hay una construcción inicial que es para ser usada, por lo tanto, leída. Acá lo que hicimos fue utilizarla como un medio de expresión en donde los detalles que quizás no se pueden apreciar en cuerpos tipográficos pequeño, pero que al aumentarla y al transformarla en forma, se podía apreciar mejor los detalles en la construcción de esa tipografía”, indica la profesora Abud.

De hecho, destaca la importancia de enfatizar elementos como la selección tipográfica en el desarrollo de futuros profesionales. “Siempre le hablo a mis estudiantes que la selección tipográfica puede ser la piedra en el zapato en cualquier proceso de diseño editorial, porque puede desfavorecer totalmente la lectura o al revés potenciar la legibilidad y leibilidad”, advierte.

Así, estos elementos convergen en muchos aspectos institucionales, como la propia tipografía de la Universidad de Chile, según relata Ximena González, encargada de diseño de la Dirección de Comunicaciones del plantel. La profesional describe cómo antiguamente se utilizaba la tipografía Didot, pese a no presentar buena legibilidad, dadas las diferencias de grosor en su trazo. Esto motivó el cambio a la tipografía Timeless. “Esta tiene una estructura mucho más regular, pudiendo utilizarse en textos más extensos que permitan una buena lectura. Además, volviendo a sus características, la elegimos porque si bien es clásica, también -al mismo tiempo- aporta modernidad y confianza, ya que su forma es estilizada, es fuerte y es casi un intermedio entre la ceniza y el palo seco”, explica.

Si quieres saber más sobre este interesante tema, puedes escuchar el episodio de esta semana en Tantaku.cl, en Youtube y en Spotify.


Rodrigo Gallardo Olivares
Prensa UChile
Fotografías: Alejandra Fuenzalida