Profesores de Bachillerato participan en capacitación sobre Diseño Universal de Aprendizaje

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Con motivo del proyecto FADOP 2023-9, la Unidad de Investigación en Educación del Programa (UNIEB) organizó un taller para todo el equipo docente con el objetivo de analizar cómo abordar la diversidad del aula.

Usar verbos en voz activa, enumerar el paso a paso de una actividad y explicitar cuál es el objetivo de una determinada tarea. Destacar con negritas sólo los conceptos clave, evitar las cursivas y alinear el texto a la izquierda. Parece un puñado de detalles sin importancia, pero no lo son tanto: su uso marca una diferencia sustancial cuando se quiere comunicar o enseñar.

De esto y mucho más habló Catalina Duarte Soto, educadora diferencial especializada en trastornos de la comunicación y el lenguaje, magister en alta dirección y gestión, y doctoranda en educación, durante la capacitación “Cómo responder a la diversidad del aula con el Diseño Universal de Aprendizaje”, que realizó para el equipo docente del Programa a fines de abril, luego de ser invitada por la Unidad de Investigación en Educación (UNIEB). La actividad forma parte del proyecto “Promoción de la salud mental y el bienestar de los/as estudiantes del Programa Académico de Bachillerato mediante la armonización del Plan de Estudios” que está realizando Bachillerato, tras adjudicarse el Fondo de Apoyo a la Docencia de Pregrado 2023 (FADOP) de la Vicerrectoría de Asunto Académicos de la Universidad de Chile.

“Cuando llegamos al Programa de vuelta de la pandemia, nos encontramos con estudiantes que no conocíamos, que habían estado dos años encerrados, que tenían una formación diferente, difícil, y que además, eran afectivamente muy distintos. Entonces postulamos a este FADOP para tratar de entender a estos nuevos estudiantes y de recontextualizar lo que hacemos en Bachillerato”, contó Julio Mella, coordinador académico. “Durante mucho tiempo esto fue una ‘máquina de moler carne’, donde el estudiante tenía que sobrevivir o donde sobrevivía el que era apto. Pero luego de la pandemia el mundo cambió, Chile cambió y Bachillerato también cambió. Y en ese camino, llegamos a la conclusión de que teníamos que atender la integralidad porque vivimos en la diversidad, pero, sobre todo, porque no queríamos -ni queremos- vivir en una diversidad que continuara generando desigualdad, sino una que buscara justamente lo contrario. Y por eso hoy estamos acá”, enfatizó en su presentación.

El taller estuvo conformado por tres partes. En la primera, se revisó el desarrollo histórico de la educación inclusiva y sus principales fundamentos. La segunda consistió en la presentación de los postulados básicos del Diseño Universal de Aprendizaje (DUA). Y, la tercera, fue una actividad grupal para aplicar y conversar sobre lo expuesto.

Pensar en todos, desde el principio

El concepto de Diseño Universal (DU) fue acuñado por el arquitecto Ron Mace, quien propuso que el diseño de productos y entornos debe tener como objetivo central ser utilizados, en la mayor medida posible, por todas las personas, sin la necesidad de hacer adaptaciones posteriores. Es decir, considera la diversidad como condición fundamental para crear algo. Este principio, que fue recogido por distintos ámbitos, es posible verlo en la aplicación de la accesibilidad en la arquitectura, el transporte, el turismo, las tecnologías de la información, entre otros.

En educación, el DU entrega la flexibilidad para responder a la diversidad del aula, ya que toma como punto de partida la variabilidad de capacidades, motivaciones, culturas y lenguas que puede tener el estudiantado. Su aplicación específica, el Diseño Universal de Aprendizaje surgió a mediados de la década de los ochenta  en Estados Unidos, luego de que un equipo de psicopedagogos de un hospital infantil constatara que un currículo único generaba distintas barreras de aprendizaje entre los estudiantes. En la búsqueda de soluciones, el equipo cambió el foco: en vez de poner atención a las dificultades que presentaba cada estudiante, se centraron en el currículo y concluyeron en la idea de diseñar un currículum pensando en todos, teniendo en cuenta la diversidad que había en la sala de clases.

Luego de la creación del Centre for Assistive Special Technologies (CAST), el DUA obtuvo un enfoque y modelo pedagógico que se basó en los avances de la neurociencia, las teorías del aprendizaje, los resultados de las prácticas y el desarrollo de las tecnologías. Como objetivo se planteó proporcionar un marco conceptual y una serie de herramientas para analizar y evaluar los diseños curriculares y las prácticas educativas para, posteriormente, identificar barreras de aprendizaje y elaborar propuestas de enseñanza inclusivas.

“El gran problema que yo he visto en las instituciones educativas es querer dar un gran salto hacia la educación inclusiva”, explicó Catalina Duarte. “Y se trata de un salto es aterrador porque implica un cambio total, un cambio en la forma de pensar, de actuar y de trabajar, entonces es lógico que dé miedo y que los profesores se muestren escépticos o reacios en un primer momento. Todos los cambios requieren de un proceso y la literatura indica también que un cambio de esta magnitud requiere al menos de 20 años”, añadió.  

¿Qué ocurre con la calidad o la competencia cuando se adoptan medidas de enseñanza inclusiva? ¿Qué es lo fundamental para la inclusión dentro de una sala de clases? ¿Qué tipo de medidas se pueden implementar a corto plazo? Ve las respuestas de Catalina Duarte en la siguiente entrevista: 


Unidad de Comunicaciones
Programa Académico de Bachillerato