Según los datos del Servicio Electoral (Servel), la participación superó los 8,3 millones de personas y Gabriel Boric, con más de más de 4,6 millones de votos, se convirtió en el Presidente electo con más votos en la historia de nuestro país. Académicos del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile (INAP) analizan los resultados y el comportamiento electoral en este proceso.
El balotaje entre el candidato de Apruebo Dignidad y hoy Presidente electo, Gabriel Boric, y José Antonio Kast, representante del Frente Social Cristiano, se transformó en la elección con mayor participación de nuestra historia. Según los últimos datos entregados por el Servicio Electoral de Chile (Servel), con el 99,99 por ciento de las mesas escrutadas, fueron 8.364.534 los votos emitidos, marcando una participación de 55,6 por ciento. De esta forma, el nuevo mandatario electo, Gabriel Boric, obtuvo un 55,87 por ciento (4.620.671 votos) y su contrincante, José Antonio Kast, un 44,13 por ciento (3.649.647 votos).
Para Miguel Ángel López, profesor del Instituto de Asuntos Públicos y del Instituto de Estudios Internacionales, ambos de la Universidad de Chile, la última experiencia electoral “es la participación más alta que se ha logrado en el último tiempo, sobre todo desde la incorporación del voto voluntario. En cuanto al número de personas, ahora participaron más personas de las que habían participado nunca antes en la historia de Chile». Añade, además, que “se logró superar la barrera del plebiscito del 2020, y esa era la barrera más alta que se había conseguido de participación electoral en las elecciones en el último tiempo”.
En la misma línea, María Cristina Escudero, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Casa de Bello, afirma que el nivel de participación “es el más alto desde que tenemos el voto voluntario, pero también alto desde una perspectiva más larga desde la transición, con más de 8 millones de votos y una contundente participación que favoreció al candidato que fue electo, que es Gabriel Boric”.
Asimismo, la especialista señala que “ante la disyuntiva de dos proyectos que resultaron ser tan distintos, la campaña de Boric logró despertar a una parte de la ciudadanía que no había votado en primera vuelta y que ante la disyuntiva decidió ir a votar, lo cual motivo votación, ya sea porque rechazaba el proyecto de Kast o porque se sintió identificado por el proyecto que logro articular Boric en la segunda vuelta”.
Alta participación de jóvenes
La académica argumenta que el aumento de votos viene de la mano de “sectores más jóvenes y de las mujeres. Y, además, en muchas comunas urbanas donde ya había él obtenido un buen resultado ahí hubo mucha votación. Fue más gente a votar que en elecciones anteriores”.
Asimismo, el profesor López plantea que “la mayor parte de estos nuevos votos -porque de la primera a la segunda vuelta aumentó más o menos en un millón 200 mil votos nuevos – se debe principalmente a votos de los jóvenes en sectores rurales y sectores populares”.
Agrega, por otra parte, que esta elección se ganó en cierta medida porque el ahora Presidente electo Gabriel Boric logró atraer a algunos votantes que habían preferido a candidatos que no habían logrado pasar a la segunda vuelta. Además, “por un aumento considerable en la participación en una serie de sectores, sobre todo en las grandes ciudades, asemejándolo un poco al plebiscito del 2020, donde había habido un voto urbano considerable, pero ahora sería incluso superior que eso”.
Apoyos y regiones
Otro de los análisis que hacen ambos especialistas tiene relación con los apoyos alcanzados durante la campaña en segunda vuelta. De acuerdo a la profesora Escudero, otro de los aspectos a destacar es cómo la candidatura de Gabriel Boric “realmente fue creíble en cuanto a la inclusión de los sectores de la centro izquierda más tradicional”. Eso se puede ver, según la académica, “en los resultados de Antofagasta, en que al parecer la campaña de Boric logró penetrar e incidir en que el voto de Parisi no se fuese hacia Kast. Y lo otro, es que el voto de los partidos de centro izquierda tradicional se fue entero hacia Boric, en particular el voto Demócrata Cristiano de la candidatura de Provoste”.
Para el profesor López, en tanto, “gran parte de la elección se ganó porque se atrajeron votos de la primera vuelta, pero la capacidad también de incorporar a votantes nuevos. En el caso de Antofagasta, dice, «gran parte del apoyo, fue que gran parte de los votos de Parisi lograron ser atraídos por Boric. La llamada a votar por Kast que hizo fue muy tardía, entonces la mayor parte de sus votantes tenían decidido por quien votar”.
Finalmente, en el sur dice López, “entre el Maule y la décima región siempre ha sido más bien reducto de la derecha, de apoyo a partidos como Renovación Nacional, por ejemplo. Entonces, ahí igual Boric sacó un porcentaje considerable, pero ganó Kast en la mayor parte de esa zona. Eso ya había ocurrido en la primera vuelta. Ahora, lo más importante de todo esto es el triunfo abrumador que logró, por ejemplo, en Concepción”.
Maritza Tapia, periodista Prensa U. de Chile. Fotos: Alejandra Fuenzalida.
