U. de Chile entregó nuevos títulos póstumos y simbólicos y anunció la creación de una Política de Verdad y Memoria

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En el marco de la conmemoración de los 46 años del golpe de Estado en Chile, la Casa de Bello continuó con la entrega de este reconocimiento a cuatro estudiantes víctimas de la dictadura de las carreras de Pedagogía en Música, Sociología, Economía Política y Medicina. Durante la ceremonia se anunció la creación de una Política de Verdad y Memoria al interior de nuestro plantel, impulsada por la Cátedra de Derechos Humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, que permitirá efectuar medidas de reparación y memoria sobre patrimonio físico y humano, archivos, reconstrucción histórica e investigación, entre otros aspectos.

Este miércoles 11 de septiembre, en un Salón de Honor repleto de autoridades, académicos y académicas, organizaciones de derechos humanos y estudiantes, la Universidad de Chile llevó a cabo la ceremonia oficial de conmemoración del golpe de Estado, instancia en la que realizó la tercera entrega de distinciones universitarias de título póstumo y simbólico y del grado académico póstumo y simbólico a estudiantes detenidas/os desaparecidas/os y ejecutadas/os políticas/os por la dictadura cívico – militar.

Los y las distinguidas en esta ocasión fueron las detenidas desaparecidas María Isabel Beltrán Sánchez, estudiante de Pedagogía en Música, y María Cecilia Magnet Ferrero, estudiante de Economía Política; el detenido desaparecido Ramiro Carlos Gonzáles Gonzáles, estudiante de Medicina; y el ejecutado político Iván Renato Pérez Vargas, estudiante de Sociología.

El Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, presidió la ceremonia, en la que hizo un llamado a reflexionar “en torno a aquello que se ha intentado tan enconadamente esconder: por qué mataron a nuestros cuatro estudiantes. Mientras no tengamos esa conversación, el país seguirá vagando entre una falsedad y otra. Cuando logremos que todos los detenidos desaparecidos y ejecutados vuelvan a estar vivos en la verdad de lo que les ocurrió, podremos volver a conversar como país».

“Aquí hubo un esfuerzo de que no quede en la conciencia histórica del país lo que pasó. Cuando las cosas están en la conciencia se pueden conversar y discutir racionalmente, pero cuando no están en la conciencia van a seguir ahí pesando. Debemos enfrentar el origen del trauma del país, y lo que estamos haciendo hoy día, aquí, es precisamente un esfuerzo para declarar como vivo el recuerdo de nuestros estudiantes», agregó la máxima autoridad universitaria.

En la instancia, además, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran, anunció la creación de una Política de Verdad y Memoria al interior de nuestro plantel, en el marco del compromiso institucional con la memoria, la verdad, la justicia y la reparación que la Casa de Bello ha venido desarrollando durante los últimos años.

“Queremos anunciar que impulsaremos a nivel institucional una Política de Verdad y Memoria para la Universidad de Chile, lo que implica desarrollar esfuerzos de largo plazo, coherentes y coordinados para preservar su historia bajo la dictadura y, sobre esa historia, proyectar un futuro que garantice que Nunca Más hechos de violencia se instalen institucionalmente en nuestra Universidad”, aseguró la vicerrectora Faride Zeran.

De esta manera, la iniciativa implicará desarrollar esfuerzos a partir de un trabajo transdisciplinario que permita preservar la historia del plantel bajo la dictadura cívico – militar, y tomar medidas de reparación y memoria en el ámbito del patrimonio, los archivos y la investigación, entre otros.

Otro de los anuncios tiene relación con que la Cátedra de Derechos Humanos realizará una solicitud formal para que la ceremonia de conmemoración del 11 de septiembre sea parte del calendario oficial de ceremonias de nuestro plantel.

Por otro lado, la vicerrectora Faride Zeran se refirió a los discursos negacionistas y de odio que han resurgido en la actualidad, enfatizando en que “es especialmente preocupante el inserto aparecido hoy en el diario El Mercurio. Esta es una nueva expresión de que el acuerdo ético y político sobre el cual hemos construido la democracia las últimas tres décadas hoy está en cuestión. Dicho acuerdo era el Nunca Más a las violaciones de derechos humanos. Frente a estos hechos, el Estado, y particularmente el gobierno, tienen la obligación de tomar una postura clara rechazando cualquier forma de negacionismo, incluidos aquellos que buscan contextualizar el horror y el terrorismo de Estado. No cumplir este deber configura una nueva violación de derechos humanos en Chile”.

La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Emilia Schneider, se refirió a que Chile tiene una débil y restringida democracia “que se encuentra en un estado de profundo desgaste, y muestra de ello son el avance de los discursos de odio, de los nacionalismos extremos y, en general, de las alternativas políticas que promueven la violencia, el fanatismo y la imposición de posiciones por sobre el diálogo democrático. Es necesario emprender como sociedad un proceso de profundización y reconstrucción de la democracia, y en eso no hay tarea más urgente que avanzar en verdad, justicia y memoria”.

La ceremonia contó con la presentación musical de Ismael Oddó.

Compromiso con la memoria

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, señaló que “uno no puede dejar de pensar en cuántas vidas apagó la dictadura, cómo esa herida nos sigue lacerando y sigue provocando dolor en esta sociedad, en este Chile que se construyó en la ´medida de lo posible´. Esa ‘medida de lo posible’ no sólo significaba impunidad para los genocidas, era igual a la ausencia de derechos, era igual a la falta de felicidad del ser humano, era igual a condenarnos a la desgracia de vivir en la carencia, en la represión y en la marginalidad a la inmensa mayoría de la población”.

Por otro lado, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, aseguró que «el honor, el compromiso, la consecuencia de la Universidad de Chile es destacable en estas tres ceremonias donde no sólo quienes murieron o desaparecieron son reconocidos, sino también quienes combatieron el terrorismo de Estado y quienes hemos luchado por la memoria. Esta ceremonia cobra más sentido cuando hay un fascismo lanzado a las calles, el negacionismo, y lo que ha hecho este gobierno al no rendir homenaje o conmemorar a un presidente elegido constitucionalmente”.

En 2017, en el marco de una nueva conmemoración del golpe de Estado en nuestro país, y conscientes de la relevancia que tiene la memoria para la reconstrucción de las comunidades y de las demandas de la sociedad, la Casa de Bello dio a conocer el decreto que crea las distinciones universitarias de título póstumo y simbólico y grado académico póstumo y simbólico para ex estudiantes detenido/as desaparecido/as y ejecutado/as político/as por la dictadura cívico-militar, entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990. Para trabajar en estos casos se creó una comisión ad hoc conformada por la Cátedra de Derechos Humanos y el Archivo Central Andrés Bello de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones; la Dirección Jurídica y la Vicerrectoría de Asuntos Académicos.

La primera entrega de estas distinciones universitarias se realizó el 11 de abril de 2018 y fue para 101 estudiantes de nuestro plantel. En septiembre del mismo año, y frente a la necesidad de continuar con la investigación y revisión de antecedentes, se efectuó la segunda entrega de estas distinciones para 11 nuevos estudiantes.

Participaron de esta ceremonia el Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi; el prorrector Rafael Epstein; la vicerrectora de Asuntos Académicos, Rosa Devés; la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran; el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar; el vicerrector de Asuntos Económicos y Gestión Institucional, Daniel Hojman; el vicerrector de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Juan Cortés; la contralora universitaria, Magdalena Gandolfo; la presidenta de la Asociación de Académicos de la Universidad de Chile (ACAUCH), Kemy Oyarzún; el director Jurídico Fernando Molina; el coordinador académico de la Cátedra de Derechos Humanos, Claudio Nash; la coordinadora académica de la Cátedra Amanda Labarca, Roxana Pey; la presidenta de la Fech, Emilia Schneider; la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro; la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira; la arqueóloga chilena y madre de la ex presidenta Michelle Bachelet, Ángela Jeria; la doctora y Medalla Senado Universitario, Paz Rojas; la presidenta de la Federación de Asociaciones de Funcionarios de la Universidad de Chile (FENAFUCh), Myriam Barahona; autoridades universitarias; decanos y decanas; integrantes del Senado Universitario; estudiantes y organizaciones de derechos humanos, entre otros asistentes.


Texto: Bárbara Barrera, Cristian Fuentes y Antonia Orellana
Fotografías Felipe Poga y Alejandra Fuenzalida