U. de Chile inicia un nuevo proceso de Acreditación Institucional

Compartir
jcr_content

“Es muy importante para nuestra Universidad, porque nos permite reflexionar sobre nuestro quehacer, evaluar lo que hemos hecho y avanzar en lo que aún nos falta”, señala la prorrectora Alejandra Mizala, quien encabeza la unidad a cargo de este proceso que será conducido por Thomas Griggs, director ejecutivo de Acreditación Institucional.

La prorrectoría de la Universidad de Chile es la unidad a cargo del desafío de guiar el proceso de acreditación institucional, el cual se inicia este 2024 y culmina en 2025. Todo comienza en enero, con la constitución de las subcomisiones de autoevaluación institucional, a fin de mantener la máxima certificación del sistema que actualmente posee el plantel.

Para la prorrectora Alejandra Mizala, se trata de un proceso muy importante, “porque nos permite reflexionar sobre nuestro quehacer, evaluar lo que hemos hecho y avanzar en lo que aún nos falta”. Al mismo tiempo, releva la oportunidad para “mirar lo que somos y construir lo que podemos ser, valorando el trabajo realizado por la comunidad universitaria, implementando mejoras continuas, potenciando la excelencia en la formación, investigación, creación e innovación, así como en la vinculación con el medio y la gestión”. Por supuesto, agrega, «es también una oportunidad de reforzar nuestro compromiso de pensar el país y aportar a su desarrollo económico, social y cultural, cumpliendo con nuestra misión pública”.

A su juicio, este proceso de autoevaluación tiene una ventaja respecto de los dos anteriores, y es que desde 2018 la Universidad “ha puesto en marcha a nivel central y local -en cada una de las Unidades Académicas-, un proceso de autoevaluación institucional permanente, sistemático y participativo, a través del cual ha estado analizando el cumplimiento de sus definiciones estratégicas. Por tanto, este proceso de acreditación externa por parte de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) nos encuentra en un muy buen pie, ya que tanto la Comisión Superior de Autoevaluación Institucional (CSAI), como las Comisiones Locales de Autoevaluación Institucional (CLAIs), aportarán insumos importantes al proceso como, por ejemplo, el informe que analiza la forma en que la Universidad ha ido cerrando las brechas detectadas en el proceso de acreditación anterior, el informe de cumplimiento del Plan de Desarrollo Institucional y los informes locales de autoevaluación, entre otros”.

La profesora Mizala detalla que la organización del trabajo de este proceso durará dos años y que tiene tres niveles de trabajo: uno estratégico, “donde cumplen diversos roles el Consejo Universitario, el Consejo de Evaluación, la CSAI y el Senado Universitario; un nivel ejecutivo, encargado de la marcha del proceso, y un nivel analítico, conformado por cinco subcomisiones que responden a las dimensiones del quehacer de la Universidad que son evaluadas y definidas por la CNA». Cada una de estas subcomisiones será liderada por un vicerrector o vicerrectora. Además, agrega, «se conformará un Comité Académico que acompañará el proceso”. 

Para la prorrectora, la participación activa de la comunidad universitaria será fundamental para el proceso. “Queremos mantener una comunicación directa con las facultades, institutos y organismos de la Universidad, con sus académicas, académicos, funcionarias, funcionarios y estudiantes». Periódicamente iremos informando acerca del proceso, recogiendo opiniones, sugerencias y solicitando su colaboración en diversas tareas. La acreditación institucional de la Universidad es un proceso colectivo: Todos y todas acreditamos la U”.

Quien asumió la dirección ejecutiva del proceso es Thomas Griggs, alumni de la carrera de Administración Pública y del Magister en Ciencia Política del plantel, con una vida profesional ligada al análisis de la calidad de la educación en el país. Para él “la Universidad de Chile tiene la capacidad de liderar y de estar a la vanguardia, entonces lo que acá se haga también va a tener incidencia en las demás universidades”. Añade: “La forma en que desarrollemos el proceso puede ser un referente y eso es súper interesante”.

«Invitaría a toda la comunidad a relevar el proceso, a entender que es importante y significativo para la Universidad, pero también para nuestro quehacer cotidiano. Es una oportunidad para mostrar todo lo que hemos hecho, para valorar el trabajo de estudiantes, académicos y funcionarios, y también comprometernos en lo que va a ser la Universidad en los próximos años», complementa Griggs. 

Para responder dudas o hacer sugerencias, puede escribir a acreditacioninstitucional@uchile.cl 

Comunicaciones Acreditación InstitucionalFotografías: Alejandra Fuenzalida, prensa Uchile