Hito histórico: vacuna reducirá en 40 por ciento las muertes infantiles causadas por la malaria

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Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó como un hito histórico y un gran avance de la ciencia la aprobación de la primera vacuna contra la malaria, enfermedad que anualmente produce la muerte de medio millón de personas, la mitad de ellos niños y niñas. Actualmente, África es la principal región del planeta donde se concentra la transmisión de esta patología, también llamada paludismo, que es producida por la picadura de mosquitos infectados con parásitos del género Plasmodium.

Tras 100 años de investigación, el pasado 6 octubre la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció la aprobación de la vacuna antipalúdica RTS,S/AS01 para población infantil de África Subsahariana y de otras regiones donde la transmisión del parásito que produce la malaria sea alta o moderada.

Al anunciar la noticia, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, señaló: “Nos encontramos ante un momento histórico. La tan esperada vacuna antipalúdica infantil representa un gran salto adelante para la ciencia, la salud de los niños y la lucha contra esta enfermedad. Al añadirla a las herramientas ya disponibles para prevenir el paludismo, podremos salvar la vida de decenas de miles de niños cada año”.

La malaria es una enfermedad parasitaria transmitida a través de la picadura de mosquitos del género Anopheles, que habitualmente están presentes en las zonas más tropicales y húmedas del planeta. Una vez dentro del organismo, estos parásitos -pertenecientes al género Plasmodium- invaden y destruyen las células sanguíneas.

“En Chile hubo malaria en Arica y Parinacota y fue erradicada por el Dr. Juan Noe, que es uno de los padres de la medicina chilena. En la región americana tenemos malaria en el norte de Argentina, Bolivia y Brasil, en toda la zona que es periamazónica. Sin embargo, los focos de malaria más importantes, y el tipo más mortal es la que está en África”, detalló la infectóloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Claudia Cortés.

Los síntomas más frecuentes de la malaria son fiebre muy alta, dolor de cabeza, vómitos y dolor de cuerpo. Quienes sufren la enfermedad, desarrollan baja inmunidad a esta, por lo que son necesarias reiteradas infecciones para tener cierta protección ante el parásito. “Por lo mismo, son los niños los que en la primera infección tienen una alta tasa de mortalidad. Por eso la vacuna está enfocada en ellos”, explicó la doctora Cortés.

Según las cifras, cerca de medio millón de personas muere anualmente por malaria, y más de la mitad de estos son niños. En 2019, fueron más de 260 mil los menores de cinco años que perdieron la vida a causa de esta enfermedad en África, región que concentra el 94 por ciento de los casos de paludismo a nivel mundial.

Vacuna contra la malaria, una larga espera

Luego de un siglo de diversas investigaciones en torno a la malaria, que junto al VIH y la tuberculosis tienen las tasas más altas de mortalidad entre las enfermedades infecciosas, finalmente la ciencia celebró un nuevo hito en la investigación, obteniendo la primera vacuna contra un parásito.

¿A qué se debe tanta espera? “Es distinto fabricar una vacuna para un organismo súper simple, como es un virus o un poco menos simple como es una bacteria, a una vacuna para un parásito, que es una estructura compleja, un ser vivo con muchos componentes distintos. Por eso no se había logrado, y no hay otras vacunas para parásitos. También es siempre mucho más difícil erradicar, investigar y hacer descubrimientos en infecciones que no afectan a la población rica. Si bien hay un fondo destinado, que es bien importante, la malaria no es un tema de gran relevancia en el mundo del Hemisferio Norte”, indicó la especialista de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

Tras obtener auspiciosos resultados de un programa experimental en el que se vacunaron a más de 800 mil niños en Ghana, Kenia y Malawi, la OMS dio la luz verde a la vacuna RTS,S, que se enfoca en el más mortal y común de los más de 100 tipos de parásitos de la malaria en África: el Plasmodium falciparum.

Esta nueva vacuna, auspiciada por la OMS a través de un Fondo Global contra el SIDA, la tuberculosis y malaria, requiere de cuatro dosis aplicadas a lactantes a los 5, 6 y 7 meses de edad, más un refuerzo final alrededor de los 18 meses, y su efectividad alcanza el 40 por ciento. “Con esta vacuna puedes lograr que se muera el 40 por ciento menos de los niños que morían hasta ahora por malaria, eso es un número muy significativo. Si bien no es una vacuna con las altas tasas de efectividad que tienen otras vacunas -como la del sarampión, que tiene cerca de un 98 por ciento o la vacuna del coronavirus, que oscila entre el 70 y el 95-, la malaria es una enfermedad de tan alta mortalidad entre la gente que se enferma y no se logra tratar, que cualquier disminución en la mortalidad es un éxito”, afirmó Claudia Cortés.

Con todo, este nuevo avance científico abre un importante camino en la lucha contra la malaria, enfermedad que hasta ahora se enfrentaba mediante medidas de prevención como uso de repelentes, mosquiteros y barreras físicas contra la picadura del mosquito, además de un tratamiento antiparasitario de alto costo y bastante toxicidad. “La malaria tiene una alta mortalidad porque produce un cuadro séptico bien importante. El problema que ocurre en África es también que la gente no tiene acceso al tratamiento en forma rápida”, enfatizó la especialista.


Texto: Francisca Siebert